Una imagen premeditada

Se acabaron las minivacaciones para los jugadores del Betis, quienes en la tarde de hoy han vuelto a los entrenamientos tras dos días de descanso propuestos por el cuerpo técnico después de unas semanas exigentes tanto en lo físico como en lo psicológico.

Tras la derrota del pasado domingo en el Benito Villamarín frente al Getafe, la grada centró toda su atención y crispación en torno a la figura del míster verdiblanco, Quique Setién, el cual consideran principal responsable del evidente retroceso en los últimos meses del conjunto verdiblanco.

Eliminados por un equipo claramente inferior -en todo menos en el terreno de juego, lo verdaderamente importante- en UEFA Europa League, decepcionados por no llegar a esa ansiada final en casa de Copa del Rey y unos números pobrísimos en Liga han llevado a la cúpula del Real Betis a salir en defensa del por ahora míster bético, el cual consideran “adecuado para el progresivo crecimiento que está sufriendo la entidad”.

Así lo quiso dejar claro el vicepresidente, José Miguel López Catalán, el pasado lunes en la televisión oficial del club y hoy han querido posar antes del entrenamiento vespertino con Quique Setién mostrando un diálogo fluido y total complicidad con el cántabro. Una conversación claramente intencionada pues ambos mandatarios conocían de la existencia de las cámaras y anteriormente ya habían saludado a los jugadores en un lugar que apenas los periodistas podían captar. ¿Por qué con Setién sí que se colocaron en una zona visible y no lo hicieron en privado?

Está claro que el club se ha cerrado en banda en busca de una estabilidad tanto económica como deportiva necesaria para el ansiado crecimiento y, si nada se tuerce, todo parece indicar que para ellos Quique Setién es el comandante del barco.

Por último, cabe destacar que varios jugadores han salido en redes sociales a asegurar que están unidos en torno al entrenador debido a un bulo aparecido que carece de total veracidad en el que se afirmaba que Cristian Tello encabezaba un motín para echar al técnico santanderino, algo rotundamente negado por el futbolista catalán y afianzado por su compañero de equipo, Marc Bartra.