Mercedes y Red Bull compartían día de presentación en un 13 de febrero cargado de novedades, sumándose también el estreno del renovado equipo Racing Point. Dos de los tres grandes, por tanto, mostraban sus armas en una mañana de comparaciones odiosas, pero irresistibles porque, con el permiso de Ferrari, Mercedes y Red Bull han desvelado dos apuestas contundentes en sus diseños, capaces de todo en este 2019. Ambos, con nuevas decoraciones, continuista pero elegante y atractiva, en el caso de los alemanes, y absolutamente transgresora y radical para un Red Bull que, en cualquier caso, no planea extender esta espectacular librea más allá de la pretemporada. W10 y RB15 dan continuidad a sus propuestas del año pasado, pero lo hacen de forma agresiva, explotando hasta el límite aquellas áreas que la reformada normativa ha respetado.
Mercedes se supera aún más con el W10
Puntual, a la hora prevista, y cumpliendo con su habitual ‘filming day’. Mercedes es fiel a sus tradiciones, esa obsesión del que gana siempre y no quiere torcer su destino con hábitos desconocidos. Cinco títulos consecutivos de pilotos y constructores no les han quitado el hambre, y por eso mantienen una apuesta fuerte esta temporada, desvelando un coche desarrollado desde hace 16 meses que alberga un motor más fiable, con un turbo evolucionado y mejorado, aproximadamente, en 15 cv. Externamente, el W10 presenta un morro aún más afilado que el de su predecesor, suspensiones con un punto de apoyo más elevado, tomas de aire laterales elevadas y estrechas totalmente envueltas por direccionadores de flujo con canalizadores incluidos, llevando esta idea un paso más allá. Los bargeboards ya no cuentan con cuchillas y múltiples aberturas, sino que se subdividen en diferentes piezas con flaps adaptados que canalizan el aire hacia la trasera, donde el alerón posterior cuenta con dos soportes y unos endplates más doblados hacia el exterior y con menos cortes. Toda una obra de arte al servicio de Hamilton y Bottas, que tienen el reto de convertir a Mercedes en el equipo más dominador de la historia.
Red Bull intimida a Mercedes llevando su coche al límite
Los exuberantes trazos del RB15 ocultaban en la primera impresión las sorpresas escondidas a lo largo de un chasis espectacular. En su frontal, los austriacos desvelaban un S-Duct innovador, en lo que supone una vuelta de tuerca más a esta solución que en este caso cuenta con un direccionador de flujo superior. Además, su evolucionada y ya ampliamente trabajada zona media en el RB14, mostraba modificaciones en el deflector lateral, antes escalonado, y la insistencia en conceptos de 2018 en los bargeboards y el boomerang. Pero el cambio más llamativo del nuevo Red Bull es su ceñido cuello de botella, más ‘size zero’ que nunca, precisamente en la temporada que montarán propulsor Honda, ya perjudicado en el pasado por la exigente compactación aerodinámica del equipo de trabajo de McLaren que tantos quebraderos de cabeza dio en Woking. Una declaración de intenciones evidente que refleja que en Milton Keynes no valen medias tintas. Innovación y riesgo son sus señas de identidad y su nuevo compañero de viaje japonés tendrá la última palabra para dictar las aspiraciones reales de Red Bull en este nuevo curso.