Se volvió a escuchar el himno de la Champions en el Metropolitano. Tras una primera jornada en la que los rojiblancos remontaron frente al Mónaco, esta noche les tocó recibir al Brujas, a priori el equipo más débil del grupo. Sin embargo, los belgas estuvieron a punto de dar la sorpresa frente al Dortmund y hoy llegaban a la capital de España con confianza y arropados por más de 3 hinchas azulinegros.
Las miradas antes del inicio se posaron sobre Arias, el joven lateral izquierdo que hoy hacía su debut en la banda colchonera. Además, la pareja Thomas-Saúl supondría una novedad en el dibujo de Simeone (más defensivo que de costumbre al situar a Partey entre Godín y Giménez). En el Brujas, por su parte, la atención la acapararía Thibault Vlietinck, el extremo belga dejó muy buenas sensaciones el pasado partido frente al Dortmund y había expectación para ver lo que podía dejar hoy sobre el verde.
ASISTENCIA Y GOL EN LAS BOTAS FRANCESAS
El encuentro arrancó sin un dominador claro. Ambos equipos se repartían la posesión de balón, sin claros acercamientos a portería. El Brujas, sin demasiado criterio, dejaba claro que su mayor baza serían los contraataques, buscando la velocidad y potencia de Wesley. El Atleti no tendría demasiados problemas para batir a la defensa belga, aún así, las imprecisiones en tres cuartos de campo no dejaban dominar con facilidad a los de Simeone.
La jugada más clara del duelo llegó a la media hora de juego. Lemar, haciendo alarde de su gran capacidad de asociación, triangularía con Diego Costa para dejar al hispanobrasileño sólo ante el meta rival, el cual achicó y evitó el tanto. Sin embargo, el gol no tardaría en llegar, de nuevo Lemar le dejaría un regalito al segundo palo a Griezmann, el francés bajaría el balón con el pecho y la pondría en la esquina de la portería del Brujas. El Atleti no tuvo que hacer muchas ocasiones para ponerse por delante en el marcador.
Tras el gol, los de Simeone dieron un paso atrás otorgándole terreno al Brujas. Los hombres de Ivan Leko derrocharon valentía. Querían ir a por todo arriba. En ocasiones, ahogando al Atlético de Madrid en la salida de pelota. Y así llegó el empate, aunque, para asombro de todos, por la vía directa. Groeneveld se sacó un derechazo desde el pico del área que terminó entrando por la escuadra de la meta defendida por Oblak. Un golazo para complicarle la noche a los rojiblancos y levantar a los belgas de sus asientos en el tercer anfiteatro.
DOMINIO Y COHESIÓN ROJIBLANCA
Con el inicio de la segunda parte, el técnico atlético implantó elementos ofensivos para buscar la victoria. Filipe Luis entraría por Giménez (con molestias en el muslo), un cambio que aportó mayor llegada de los rojiblancos al área rival. El brasileño buscó balones colgados a la cabeza de Costa. El Atleti llegaba fácil pero el Brujas, lejos de amedrentarse, ponía la pólvora en el centro del campo para salir como un cohete al terreno colchonero. Así, el partido adquiría emoción y dinamismo.
A partir del 60’, el Atleti creaba ocasiones de peligro con gran facilidad. El equipo se movía entre líneas, ejecutaba los pases con precisión y jugaba con gran fluidez. Cuando se perdía el balón se presionaba incesantemente hasta recuperarlo. Pero arriba, un fallo tras otro. Ni Costa, ni Griezmann, ni Koke aprovechaban las ocasiones claras para poner el esférico dentro de las mallas. Este último llegó a recibir pitos desde la grada al errar de forma estrepitosa en dos ocasiones. Pero Antoine, que había anotado el primero, no quiso irse sin poner el segundo. El galo aprovechó un pase de Costa dentro del área para rasear el cuero y batir por bajo a Letica.
Tras el gol, Costa tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado. El hombre que lo sustituiría, Correa, sería determinante a la hora de dominar por completo y matar al conjunto belga. Los rojiblancos se sentían cómodos sobre el césped, dejando detalles significativos que demuestran ser un equipo cohesionado que conjuga a la perfección ataque y defensa.
El Atleti dominaba con claridad pero no terminaba de matar el partido haciendo el tercero. Correa pudo poner esa diferencia con dos mano a mano que acabaron desviados, en primer lugar por el meta belga y después al mandarla desviado. El argentino no pudo poner el broche, pero el que sí lo haría sería el que más falta le hacía; Koke , que no tuvo el día hoy, la puso dentro del red tras una acción individual de Griezmann sobre la bocina. Y así, con algunas ocasiones del Brujas mediante saques de esquina que terminaron en nada, el Atleti conseguía tres puntos para verse más cerca de los octavos de la Champions League.
FICHA TÉCNICA:
Atlético de Madrid: Oblak, Godín, Arias, Thomas (Correa, 62’), Koke, Griezmann, Saúl, Lemas, Costa (Rodrigo, 68’), Lucas y Giménez (Filipe Luis, 45’).
Brujas: Letica, Poulain, Wesley, Schrijvers (Nakamba, 55’), Vlietinck (Mata, 55’), Vanaken, Denswil, Vormer, Rits (Openda, 75’), Mechele y Groeneveld.
Goles: 1-0 Griezmann (27’). 1-1 Groeneveld (39’). 2-1 Griezmann (66’). 3-1 Koke (90+)
Árbitro: Ivan Kruzliak (SVK). Amonestó a los locales Giménez (35’) y Lucas (86’,) y a los visitantes Ritz (26’) y Openda (80’).
Incidencias: Partido correspondiente a la fase de grupos de la Champions League disputado en el estadio Wanda Metropolitano.