El Rincón Fertilidad se trae dos puntos importantes de Gijón, una pista donde tengo la sensación, pocos equipos van a lograr mojar este año. De momento ya van 3 puntos, aunque estoy convencido que por la cabeza de Diego Carrasco sobrevuela el lamento del entrenador exigente que es consciente que podrían ser 6 y no 3, tras el punto dejado en Alcobendas y los dos que se fueron rumbo a San Sebastian no sin polémica.
Dar nombres y apellidos en el buen hacer y trayectoria de un equipo siempre es difícil. A los entrenadores de hecho les cuesta señalar con el dedo a sus jugadoras, tanto para ensalzarlas como para criticarlas cuando toca, pero me van a disculpar que yo, que no soy el entrenador, si ponga nombre y apellido a quienes están marcando el pulso de este nuevo e ilusionante Rincón Fertilidad Málaga; Sole López y Espe López.
Y es que este nuevo Rincón Fertilidad baila al ritmo de las gemelas López. Esperanza se incorpora al equipo de su tierra tras pasar varias temporadas en el vecino Adesal Córdoba, la central jugó con el entonces Asisa Costa del Sol y ascendió a la máxima categoría del balonmano nacional femenino junto a su hermana Sole, para después disputar el primer año del retorno del club a la máxima categoría.
Pero poco queda de aquella Esperanza, ahora se puede ver a una jugadora más madura, con la misma verticalidad y velocidad, pero sin complejos, algo que le ha venido de perlas a su mayor socia en la primera línea, Emma Boada. La catalana debe estar encantada con la incorporación de Espe al equipo, se ha convertido en la socia perfecta para abrir defensas, la finta y velocidad de Espe convierte a la malagueña en una de las jugadoras más complicadas de frenar de la categoría, ello sumado a la calidad, tablas y liderazgo de Boada, hace de la primera línea malagueña una de las mejores sin duda de la categoría.
A Espe López además le ha venido genial quitarse de encima la pesada losa de tener que liderar a su equipo, ahora es una más, aunque curiosamente y sin darse cuenta, partiendo de la base de que sería una más y sin tanta presión como en su etapa anterior, se ha convertido ya en una de las grandes bazas del equipo.
Junto a ella, su inseparable hermana gemela Sole, la gran capitana del equipo, Sole lleva dos temporadas a un nivel claramente de selección absoluta, hace dos campañas además con Jennifer Gutiérrez como compañera de posición, a la que acabó pasando por la derecha, y la pasada temporada ya en el papel de capitana, siendo nominada la mejor extremo izquierdo de la liga por méritos propios. El inicio de Sole en estas tres jornadas no deja de ser una continuación del gran nivel expuesto por la malagueña en las dos temporadas anteriores, sumando además los puntos de experiencia y solidez que le dan el paso de los años, los partidos y las temporadas.
El nivel mostrado en este inicio liguero por las gemelas es además acompañado por una cada vez más hecha a Málaga y al equipo Emma Boada, cada vez más en un papel de líder, de jugadora capacitada para marcar diferencias, recuperada 100% de los fantasmas del pasado, aquellas lesiones que no la dejaban evolucionar en su balonmano. A la fiesta del liderazgo y la sobriedad se le une una jugadora que derrocha calidad y eficacia por los cuatro costados, Isabelle Medeiros, la brasileña ha llegado a Málaga directamente de Brasil y lo hace sin complejos, jugando a lo que sabe, su balonmano en el 40×20, plagado de personalidad, contrasta con su timidez lejos de la pista.
Sería injusto no nombrar al resto del equipo, las porteras Diva o Marta, una recuperada aunque no al 100% Campigli, la conexión uruguaya de Agustina e Iara o las incorporaciones también de Irene Rein o Patricia Martínez, sin olvidarnos de Marina Martín, producto 100% malagueño o Macarena Gandulfo, que ya el año pasado desarrolló posiblemente su mejor temporada en España a las órdenes de Diego Carrasco. Además el equipo esta temporada cuenta con el Ave Fénix de Nuria Andreu, quien tuvo que pasar por un trance complicado, de esos que solo las autenticas guerreras consiguen salir adelante con fortaleza y determinación.
El equipo está a mi juicio, lejos, muy lejos, de su mejor nivel, tienen que seguir engrasando la maquinaria, las incorporaciones poco a poco deben ir encontrando su sitio y las que ya estaban de temporadas anteriores evolucionar en su juego, pero una cosa está clara, Diego Carrasco y Jesús Gallardo tienen un equipo con mimbres, que ilusiona y que además este año y tras su último ascenso, vuelve a bailar al ritmo de un son malagueño, el son de las López. Que dure mucho el baile y que nos deleiten con un premio, aunque ya el mayor regalo es disfrutar de un equipo malagueño, con ADN puro, aderezado de jugadoras de calidad, calidad no solo balonmanistica, sobre todo humana. Disfrutemos un año más del balonmano de alto nivel, disfrutemos un año más del Rincón Fertilidad.