Con la derrota en la final de Copa del Rey y más bien con la imagen mostrada, los aficionados del Sánchez Pizjuán reclamaron un cambio a la voz de ‘ya’. Desde la directiva del conjunto andaluz se optó por sentenciar a Oscar Arias, director deportivo al final de la presente campaña y darle una nueva oportunidad a Montella. El esperpento frente al Levante confirmó que esa oportunidad sería una vez más desaprovechada por el preparador italiano.
Tras esa derrota se recurrió al plan que muchos reclamaban desde hace tiempo pero que al club de Nervión no le terminaba de convencer. Esta no era otra que traer a uno de los hijos pródigo del sevillismo, Joaquín Caparrós. Con el utrerano en el banquillo se consiguió la primera clasificación para Europa después de muchas temporadas y muchos lo consideran uno de los artífices del actual Sevilla, ese que podría correr peligro si esta campaña no logra meterse en competición continental.
Estilo Caparrós
La forma de juego de Joaquín Caparros no es desde luego la más vistosa. Pero lo que si puede tener garantizado el aficionado que vea a los rojiblancos, ya sea por televisión o en directo, es que los que lleven en su pecho el escudo sevillista pelearán hasta la última gota de sudor. Los pupilos de Caparrós en los diferentes equipos a los que ha entrenado (Athletic, Deportivo, Mallorca…) llegan siempre a una opinión común, el técnico utrerano busca un fútbol directo en lo que respecta a perforar la meta rival. El fútbol de toque no es su mayor virtud y si el de balones largos buscando a un delantero que la baje.
Por ello, e independientemente de que la actitud del Sevilla debe cambiar por la llegada de un nuevo técnico, muchos podrían preguntarse dejando a un lado el sentimiento rojiblanco ¿es Caparrós la solución?. El preparador andaluz necesitará lo mejor de cada futbolista para solventar la peligrosa situación de quedarse fuera de Europa. Real Madrid y Betis no parecen conjuntos sencillos para sacar los 3 puntos y sobre todo, sus propios futbolistas están en un estado de forma muy bajo debido a la sobrecarga de partidos. Cabe recordar que Montella apenas ha rotado en sus alineaciones y hay jugadores como Banega que ya no tienen esa frescura de piernas que se necesita para que la mente esté lúcida. A todo esto, hay que sumar la clamorosa falta de gol. Muriel ni está, ni llegó a estarlo, ni se le espera y Ben Yedder ha sido uno de los más perjudicados con Montella. Por lo tanto, cabe apelar, ahora más que nunca a la casta y al coraje.