La edad de nuestro planeta se mide en miles de millones de años. Durante ese tiempo, ocurrieron diferentes eventos que han permitido a la comunidad científica separar y clasificar ese período de existencia en eras, períodos, épocas y edades.
Hasta hace pocas semanas, los científicos de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas acordaron que el período que comenzó hace 770 años, marcado por la última inversión conocida de los polos magnéticos del planeta y que culminó hace 126 años, marcado con el inicio de la última era glacial, se debe conocer como Chibaniano o Chibanense.
El Chibaniano, que es una de las cuatro subdivisiones del Pleistoceno, que forma parte del período Cuaternario y de la era Cenozoica, fue nombrado así en referencia a la prefectura japonesa de Chiba, en donde se pueden observar los sedimentos que dan constancia de esa inversión de los campos magnéticos.
El fenómeno, conocido como “inversión magnética Brunhes-Matuyama”, en honor al geofísico francés Bernard Brunhes, quien concluyó que el llamado polo norte magnético alguna vez estuvo localizado en el hemisferio, y por su colega japonés Motonori Matuyama, quien afirmó que el campo magnético de la Tierra había sufrido reversiones anteriormente, se está repitiendo hoy día.
“El campo geomagnético es tremendamente importante porque actúa como una barrera que nos protege de la radiación del Sol”, afirma la física solar Lucie Green. El impacto de esa inversión puede afectar negativamente muchas de nuestras tecnologías. El geofísico Phil Livermore comentó “Los efectos probablemente los notaríamos en la infraestructura eléctrica pero también en los satélites”.
No hay que temer a esta inversión ya que ese proceso es muy largo y, muy probablemente, los seres humanos y los animales terminarían adaptándose. Para el inicio de la edad Chibaniense, hay evidencia de que los humanos habían comenzado a extenderse por Europa. La última inversión tomó 22 años y, seguramente, para cuando termine la actual, muchas cosas ocurrirán en el planeta.