El último “smartphone” de Apple no ha tenido la acogida esperada en España. El iPhone X, que salió a la venta el 3 de noviembre, no se encuentra en el top 10 de ventas. Frente a otros países, como Reino Unido o Japón, el móvil con el que la marca de la manzana quería celebrar la década en la que se vendió el primer iPhone no ha producido todo el dinero que se esperaba.
Una de las razones sería la gran competencia que hay en España en el mundo de la tecnología. En noviembre, Samsung fue la marca favorita del público, seguida de Huawei. Xiaomi, que vendía por primera vez en España, tuvo una buena acogida en número de ventas, siendo un 14% del total de ventas en ese mes. Apple, con su trío de estreno (el iPhone 8, el iPhone 8 Plus y el iPhone X) solo obtuvo un 12,7%, un dato mucho inferior al 22,7% de Francia, o el 43% de Reino Unido. El móvil más vendido fue el Xiaomi RedMi 4X.
Sin embargo, Apple no sería la única afectada: LG ha descendido en pocos meses a cifras de un dígito solo, con solo un 5,3% de ventas.
España es la excepción.
Los malos datos que ha tenido el iPhone más novedoso de Apple no son globales. Por ejemplo, su estreno marcó un dato de ventas nunca visto en Reino Unido, alzándose con un 49,4% del mercado de noviembre en el país.
En Estados Unidos, el trío de móviles ocupó el top3 del país, desplazando a un lado a Samsung, situando el Samsung Galaxy S8 a una sexta posición.
Mientras que los consumidores de productos Apple en Europa y Estados Unidos suelen ser, en una gran mayoría, antiguos clientes de la marca, en China hay muchos nuevos compradores procedentes de otras marcas, como Samsung o Huawei.