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Islandia pone en marcha una planta de captura de CO2

Planta Geotérmica de Hellisheidi

Islandia es uno de los países que más cuida su medioambiente y una vez más lo ha demostrado poniendo en marcha su primera planta de procesamiento de C02 que limpia el aire de la isla para prevenir los problemas de polución creados por coches o fábricas.

El problema medioambiental que suponen las emisiones de C02 que realizamos tanto con nuestros vehículos como con nuestras fábricas es algo bastante grave que está comenzando a alterar el clima de nuestro planeta, acelerando su calentamiento y volviéndolo mucho más extremo. Cada vez es más común ver como la polución supera los niveles de estipulados para la salud humana y cómo las principales ciudades mundiales conviven diariamente con una boina o una niebla de contaminación que afecta seriamente a sus habitantes y al planeta.

Para luchar contra este problema, mientras que terminamos con la dependencia de los combustibles fósiles, una empresa llamada Climeworks ha puesto en marcha un proyecto que es capaz de limpiar el aire de C02 mediante una tecnología propia que podríamos decir que es una gran aspiradora que limpia de este gas al aire.

En esta ocasión, lo que se ha puesto en marcha en Islandia se llama CarbFix2 y es un proyecto en colaboración entre la empresa suiza Climeworks y la empresa energética islandesa Reykjavik Energy, proyecto que consiste en la instalación de estas grandes turbinas limpiadoras en el territorio de Hellisheidi, en Islandia, y que se basa en la captura de C02 y la conversión de este gas en basalto. Lo que hace es, que imita el proceso natural que llevaría miles de años, para reducirlo a un corto plazo de tiempo, limpiando el aire y almacenando este C02 en capas subterráneas dónde se convierte en basalto ‘carbonatado’ que se puede emplear para otros productos.

Este proyecto es parte de la misión de la empresa Climeworks para limpiar el 1% de la contaminación por C02 del planeta en 2025 y está pensado para que se instale en junto a grandes ciudades, centrales energéticas o grandes zonas industriales y así minimizar el impacto medioambiental.

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