El personaje de Nintendo más universal tuvo una inspiración en la figura de Mario Segale, empresario estadounidense que falleció a los 84 años el pasado mes de octubre. Fue el dueño de una compañía inmobiliaria en el que los fundadores de Nintendo se inspiraron para nombrar a su creación de videojuegos más popular de todos los tiempos, Mario Bros.
El fallecimiento tuvo lugar el pasado 27 de octubre en la ciudad de Tukwila, Washington. En un principio no trascendió la noticia de la muerte del "original" Mario Bros con esa relación del empresario Segale. La familia del empresario respetó su deseo de no airear esa anécdota. Fue la multinacional Nintendo, con una publicación difundida por Kotaku, la que dio a conoce esa particular curiosidad.
La relación con Nintendo de Mario Segale data de la década de 1980. Segale, quien se dedicaba a los bienes inmuebles, alquiló uno de sus almacenes a la naciente compañía Nintendo of America. El alquiler fue muy ajustado a un precio razonable, lo que facilitó el desembarco en Estados Unidos de la empresa de videojuegos japonesa que llegaría a ser una de las principales marcas mundiales del sector.
Al comienzo de los 80 era Donkey Kong quien triunfaba en el naciente mundo de los videojuegos. El popular fontanero nacía en 1981 con el nombre de JumpMan, sin terminar de convencer a los jugadores. Minoru Arawaka, presidente de la firma en Estados Unidos, tuvo la genial idea de cambiar el nombre por uno con más pegada comercial. El fontanero JumpMan adquirió más interés con el nombre pegadizo y popular de Mario Bros. Era un nombre de "persona de la calle", de trabajador y de vecino.
Arawaka bautizó al héroe del videojuego como Mario, en agradecimiento a Segale por haberles ayudado a instalarse en el país en unas condiciones ventajosas. Sin embargo, parece que al exitoso empresario inmobiliario nunca le gustó del todo la idea y no "presumió" mucho de ello, por si pudiese dañar su imagen pública de gran hombre de negocios.
Mario Segale esquivó cualquier notoriedad relacionada con el fontanero tocayo de Nintendo y preferió ser valorado por lo que logró en su vida como empresario de éxito y fortuna en el negocio inmobiliario. Quizás no era muy consciente del sinónimo de éxito económico que supone la Compañía Nintendo en el mundo, que en 2012 fue valorada en bolsa en más de 10 millones de dólares.