Un hombre de 35 años llamado Beau Shortis despertó del coma dos días después de que los médicos desconectaran la máquina que le mantenía las contantes vitales. La familia, tras 26 días de espera, decidía o alargar más la agonía y acabar con el estado en el que se encontraba el hombre.
Beau salió una noche de fiesta por Frankston, en Autralia, donde fue partícipe de una pelea callejera que le produjo graves lesiones, entre ella un traumatismo cranoencefálico, la pérdida de la visión de un ojo varias vértebras rotas y daños cerebrales. Tras casi un mes dormido, dos días después de estar desconectado de una máquina y con su familia preparando el entierro, despertó por sorpresa y llorando de la alegría porque pensaba “que era un mal sueño”. El entorno ha asegurado que le tuvieron que atar a la cama porque “quería salir corriendo”, un deseo muy alejado de la realidad, pues los médicos dudan que pueda recuperar la movilidad en al menos seis meses.
Actualmente, Shortis ha sido dado de alta del hospital y se encuentra en su vivienda, con su esposa y sus hijos, para intentar recuperarse. “La vida me dio una segunda oportunidad”, expresaba con alegría al salir del centro hospitalario.