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Muele a palos a su perro, lo mete en un saco y le pillan: el animalito ha sobrevivido

Golpes con una barra de hierro.

El maltrato a los animales lo recoge el artículo 337 del Código Penal: “será castigado con una pena de entre tres meses y un día y 1 año de prisión, e inhabilitación especial de 1 año y un día a 3 años, para el ejercicio de la profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales, el que por cualquier medio o procedimiento maltrata injustificadamente, causándole lesiones que menoscabe su salud o sometiéndole a explotación secular a un animal domestico o que no viva en estado salvaje”.

En Valdilecha (Madrid)

Agentes del SEPRONA en colaboración con la Policía Local de Valdilecha (Madrid), han arrestado a un hombre de 79 años, al que un ciudadano vio golpeaba con un palo a su perro, un mestizo con podenco, en la cabeza.

Tras su aviso, los guardias civiles le detienen cuando se disponía a deshacerse del cuerpo del perro al que ya había metido en un saco de plástico, pero todavía estaba vivo, aunque con diversos golpes en la cabeza. Ha sido atendido de forma urgente, por los servicios veterinarios de la Comunidad de Madrid (VETERCAM).

Intervenidos 3 perros

Paralelamente, otra patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza, intervino otros 3 perros de forma cautelar, que se encuentran en un centro de la Comunidad de Madrid.

Con una barra de hierro

La Policía Nacional detiene a un hombre que tras maltratar a su perro amenazo a varios vecinos que le increparon su conducta. El apresado agredió a su perro con una barra de hierro dejándolo malherido en el suelo

Al llegar al lugar de los hechos los agentes, varios vecinos les dijeron que habían escuchado los aullidos de dolor de un perro desde sus casas y al asomarse a las ventanas vieron a un hombre, que ya en otras ocasiones habían visto maltratar a su perro, que le agredía con una barra de hierro a su animal.

Disputa

Le recriminaron y comenzó una disputa verbal entre ellos en las que el detenido les amenazó de muerte, quien se fue de la plaza antes de la llegada de los policías, y dejando al perro tendido en el suelo, que fue recogido por una vecina y trasladado en su coche hasta un centro veterinario.

Los agentes se desplazaron entonces al antiguo molino abandonado, lugar que utiliza el presunto maltratador como vivienda, donde fue localizado y al preguntarle por los hechos, lo confirmó. Dijo haber golpeado a su perro, porque no le hacía caso, y les enseñó el pasaporte de animales de compañía de su perro. Al lado, estaba la barra de hierro.

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