Son dos chavales de nacionalidad argelina, de 19 y 21 años, con intención de llegar a Melilla y de ahí, a la Península. Ha dado con ellos un perro de la Guardia Civil especialmente adiestrado para detectar los latidos del corazón de los polizones.
Latidos y ladridos
El perro guardia civil alertó a su adiestrado con ladridos, de que ‘ahí’ hay personas, durante la revisión de un container vacío. Al can no se le pasó que detrás de una de las paredes del contenedor había corazones. Los chicos, al oír los ladridos, dieron patadas hasta romper la chapa que les ocultaba.
En un doble fondo, el habitáculo de 50 centímetros ocultaba a los migrantes, provisto de ropa, agua y comida, pero sin espacio para respirar.
Auxiliados
Los jóvenes fueron sacados y auxiliados, y no necesitaron asistencia médica, mientras que el conductor del camión y su acompañante han sido arrestados y puestos a disposición judicial por un delito de tráfico de personas.
Las tratantes de seres humanos cobran entre 1.500 y 4 euros por cada ‘pase de frontera. En este caso se le atrapó en la Aduana de Beni-Enzar (Melilla), ciudad a la que entraban procedentes de Marruecos.