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Exportan 2.500 kilos de residuos peligrosos de Canarias a África

Durante años han enviado miles de toneladas de basura.

La han localizado en  El Fraile, una localidad del municipio de Arona (Tenerife-Islas Canarias), en su local comercial, desde el que ha realizado exportaciones de mercancías peligrosas a Senegal, Ghana, Gambia, Togo, Benín, Guinea Conakry, Sierra Leona y, principalmente, Nigeria; porque, esta mujer arrestada, italiana de 62 años y afincada en la Isla, era la encargada de preparar y remitir toda la documentación, a una agencia de aduanas autorizada para el despacho con la Agencia Tributaria, previa falsificación de los certificados de funcionamiento de los aparatos eléctricos, para enviarlos y llenarse los bolsillos. Se calcula que, desde 2018, las 2.500 toneladas les han reportado cerca de 1 de euros. En la investigación y detención de los 34 acusados de estar implicados en la trama de la basura electrónica, han participado guardias civiles del Seprona de Santa Cruz de Tenerife, con el apoyo de la UCOMA de Madrid y Europol, en el marco de la operación policial BASEL-TF.

Modus operandi

Los investigados, en su mayoría de nacionalidad u origen africano, cargaban contenedores marítimos con infinidad de artículos de segunda mano, entre los que había vehículos, piezas de automóviles, enseres domésticos, aparatos eléctricos y electrónicos usados, para su exportación y venta a países del occidente africano. Los aparatos usados los obtenían de personas y empresas que se deshacían de ellos por quedarse obsoletos; los recogían en la calle, en los puntos limpios, el rastro y otros lugares, los apilaban sin protección alguna, para aprovechar al máximo el espacio. En el registro del local de la italiana apresada, los investigadores han hallado numerosa documentación y material informático, que acredita que, durante 2018 y 2019, hasta 40 personas han realizaron 138 envíos ilegales de residuos peligrosos, desde el puerto de Santa Cruz de Tenerife, a distintos países de África. De los 2.500 de kilos, más de 750 han sido residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, con monitores y pantallas CRT, que suman más de 160 toneladas y las neveras más de 145 toneladas.

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