Al parecer sobre las 2:30 horas una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Ertzaintza observó el paso de un vehículo, que circulaba con las luces apagadas, por las inmediaciones del casco urbano de Lezama. Al proceder a la identificación de su conductor y único ocupante, los agentes detectaron que presentaba síntomas evidentes de hallarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
Las comprobaciones efectuadas, a través del Centro de Coordinación de la Ertzaintza, permitieron determinar que dicho conductor tenía una orden judicial de retirada temporal del permiso de conducción, vigente hasta el próximo mes de octubre.
Al mismo tiempo, se pudo saber que el turismo no tenía concertado el Seguro Obligatorio de Responsabilidad Civil y presentaba la Tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos, caducada desde el mes de enero del año en curso.
Acto seguido, el conductor efectuó las pruebas de detección alcohólica y arrojó una tasa positiva que prácticamente triplicaba el máximo establecido, situada en 0’25 mg de alcohol por litro de aire espirado.
Por todo ello, los agentes procedieron a la detención del citado conductor.