Los peores presagios se han cumplido. Este sábado unos vecinos hallaron el cuerpo sin vida de Juan de Dios López en una vivienda aislada y abandonada en el municipio almeriense de Roquetas de Mar. El joven, de 26 años, llevaba en paradero desconocido desde el pasado 5 de abril en la mencionada localidad.
En declaraciones a El Español, su hermano afirmó que el día en el que se produjo la desaparición “llegó a casa y dijo que necesitaba despejarse”, por lo que se fue del domicilio. A partir de entonces, se le perdió el rastro. Aunque Juan de Dios había admitido a su familia que tenía “problemillas en el trabajo”, Ignacio aseguró que estaba en plenas facultades físicas y mentales.
La Guardia Civil ha pedido que no se divulguen datos acerca del fallecimiento del hombre, con el objetivo de “respetar el dolor y la intimidad” tanto de “los familiares” como de los “allegados”.
Los seres queridos de Juan de Dios nunca dejaron de buscarle. Tras solicitar la colaboración ciudadana, organizaron búsquedas y batidas por diferentes localizaciones. Como es habitual, QSD Global y Sos Desaparecidos se unieron a la petición de ayuda.
Según los carteles difundidos medía 1.70 metros de altura, tenía el pelo castaño y los ojos verdes azulados. Poseía un tatuaje en el brazo derecho con el nombre de su hijo y en el interior del brazo unos rombos con el nombre de su hija. Cuando se produjo la desaparición vestía su ropa de trabajo: pantalones y sudadera azules; así como unas zapatillas deportivas rojas.