Se han practicado 10 registros domiciliarios (8 en Melilla y 2 en Vic). Se han intervenido 10 kilos de cocaína, 469 gramos de sustancia de corte para los estupefacientes, 250 gramos de efedrina, 376 gramos de metanfetamina, 1 balanza de precisión, así como 982 euros en efectivo, 374.420 Dirhams en efectivo (37.400€), 34 vehículos de alta y media gama, teléfonos móviles y abundante documentación de interés para los investigadores.
Esta organización internacional adquiría y trasladaba la cocaína desde Alemania y Holanda hasta Melilla, en dobles fondos realizados en los vehículos. La vendía en "lugares de ocio" y "a domicilio", y según la demanda enviaban una parte de ella a Marruecos.
El nombre de la operación es "NOVARAX-ANAIM". La investigación comenzó cuando la Guardia Civil recibió información sobre la actividad de un grupo organizado presuntamente dedicado al tráfico internacional de cocaína, entre Europa y el norte de África, concretamente la Ciudad Autónoma de Melilla y Marruecos. Los líderes de la organización se desplazaban periódicamente a Holanda para llevar a cabo la compra de las sustancias estupefacientes.
Una vez comprada la droga, se trasladaban a Alemania donde preparaban los dobles fondos en los vehículos incautados. Allí, otros miembros de la organización, conocidos como "mulas", la transportaban hasta Melilla. Una parte de la carga se quedaría allí para su venta, y dependiendo de la demanda, trasladaban el resto a Marruecos. En Melilla trabajaban dos grupos diferenciados, que operaban de forma independiente en cuanto a distribución y jerarquía, pero tenían contacto entre ellos.
Los líderes de ambas organizaciones tienen nacionalidad española y ascendencia marroquí; supervisaban de forma minuciosa todas las fases de la compra, traslado y ulterior distribución de la droga. La estructura de la organización era piramidal y uno de estos líderes tenía como lugarteniente a su hijo mayor; el menor, menor de edad al inicio de la investigación también participaba. Ambos repartían la cocaína destinada "al menudeo". El entramado delictivo disponía también de un intermediario en la ciudad de Vic (Barcelona), que actuaba como enlace entre la organización y sus proveedores.
Ambas organizaciones ya desarticuladas, ostentaban el monopolio del "menudeo" en Melilla y contaban con gran número de vendedores y "clientes" en lugares de ocio. Pero uno de los grupos utilizaba la "tele-venta", como método de distribución. Por encargo, tal y como trabajan las empresas de comida rápida. Establecían contacto telefónico y utilizaban lenguaje convenido: "un pollo y medio", "una camiseta de manga corta o larga", o "un pantalón corto o largo", para referirse a medio gramo o un gramo de la citada sustancia.