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Cultiva y distribuye internacionalmente setas alucinógenas, a 50 euros el envío

Setas alucinógenas.

Las múltiples formas de ganarse la vida, sea como sea, han llevado a una vecina de El Puerto de Santa María, a cultivar setas alucinógenas en su casa, a partir de semillas que compraba, vía correo, en Holanda. La señora, de origen holandés, ya ha sido arrestada por la Policía Nacional, como presunta autora de un delito contra la salud pública.

La apresaba vendía las setas alucinógenas a través de la red TOR, para establecer contactos con los compradores, a los que finalmente enviaba los alucinógenos mediante correspondencia ordinaria internacional, con un beneficio de 50 euros por envío.

Las pesquisas se iniciaron, a mediados de febrero, cuando una vecina de la localidad de El Puerto de Santa María recibió en su domicilio un paquete desconocido, en el que aparecía la dirección de su vivienda como remitente. La vecina al abrirlo y vio un sobre con numerosas setas. Ante lo extraño del contenido, la mujer llamó al 091 y se personó en su casa un radiopatrulla.

Los investigadores, una vez comprobado que se trataba de setas alucinógenas, se centraron en averiguar el origen de la mercancía. Se descubrió que una mujer hacía envíos diarios, con sobres de idénticas características al intervenido con las setas. Se solicitó la entrada y registro del domicilio de la investigada, y en el mismo se halló en la vivienda más de 550 gramos de setas alucinógenas, en diferentes estados de crecimiento, 28 recipientes con semillas, balanzas de precisión y otros útiles de cultivo y paquetería. Ante tales evidencias se procedió a la detención de la presunta autora y su posterior traslado a dependencias policiales.

50 euros por envío

También se averiguó que la detenida recibía las semillas de Holanda y que una vez en su poder, iniciaba el cultivo de las setas en el interior de su casa. Cuando los hongos se encontraban en su punto óptimo de maduración, los distribuía mediante correo ordinario, generalmente internacional, utilizando para ello remitentes al azar de domicilios portuenses, y apoyándose en la red TOR para establecer los contactos para su venta. Tras la investigación se pudo contrastar que la distribución alcanzaba multitud de países, entre otros, Francia, EEUU y Australia. Asimismo, se comprobó que por cada envío de setas obtenía un beneficio de unos 50 euros.

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