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La trama de Conchi y Paco que acabó con la vida de José Luis en un aparcamiento

Los agentes inspeccionan la furgoneta de la acusada.

Total, que todo por la pasta y, José Luis, camionero jubilado, de 69 años: muerto, sobre el asfalto de un aparcamiento de Albufereta (Alicante), 16 días después de casarse con Conchi (M. Concepción M.V.), de 45 años, nacida en Onil y residente, desde agosto de 2016, en Sax, con su amigo Paco.

Un casamiento rápido

¿Qué llevó al trío a concertar un casamiento rápido y con  acuerdo de no convivencia marital? En esas están los investigadores que, gracias a una compañera que paseaba por las cercanías del lugar de los hechos, tienen más luces que sombras, sobre este caso lleno de giros y tramas de telefilme. La agente de la Policía Nacional es testigo de lo que ocurrió la noche de autos y primera actuante en la detención de Conchi y Paco.

La indemnización

Todo parece que gravita sobre una indemnización por secuelas de accidente de tráfico sufrido por Conchi, meses atrás, y que la ha llevado a utilizar una silla de ruedas. Su uso ya abre dudas. Diferentes voces aseguran que en su piso no la usaba; que el 4 de agosto, cuando se despide de los invitados al enlace, se mete en el coche ella sola y sin ayuda; y la agente asegura que en el lugar del crimen, ella colaboraba de pie y no había silla ninguna.

¿Fingir una lesión?

¿Cuánto tiempo se puede fingir una lesión que te inmoviliza?, ¿cuál es su diagnóstico médico tras el accidente?, ¿hay aseguradoras dispuestas a pagar 200 euros sin tener 10 confirmaciones de facultativos sobre el alcance de la lesión y sus secuelas? Más bien parece que la imaginación de Conchi le llevó a fantasear con un cheque lleno de ceros y una vida distendida.

Paco, ¿enfermo?

Un convencimiento que debió inocular a su pareja, Paco, que a sus 58 años parece padecer una enfermedad terminal y cuya convivencia se extiende desde ese agosto de 2016. Paco es amigo de José Luis, que vive en Alcoy desde que se jubiló de transportista. Los tres hablan de sus futuros, de cómo hacerse con el dinero y de cómo poner la pasta a salvo de posibles desamparos en la vida de Conchi.

El 4 de agosto

El plan se lleva rápidamente a cabo y el enlace se celebra a los pocos días de acordar qué papel juega cada uno. Es de suponer que el fallecido José Luis percibiría algo de esos miles de euros, pendientes de cobro. Aquí las voces apuntan a que, desde el mismo día que se casan, cada uno se va a su vivienda. José Luis a Alcoy, y Conchi y Paco a Sax.

El rastro

Las llamadas de Conchi a su marido se suceden desde entonces, dato que se corrobora por el rastro de los teléfonos móviles. El contenido de esas conversaciones se desconoce, porque ni Conchi ni Paco han abierto la boca, ni en la Comisaría de Alicante, ni ante el juez del Juzgado de Instrucción nº5, que dirige las diligencias.

El fin de semana

Entre llamada y llamada llega el fin de semana del 18 y 19 de agosto, en el que las desavenencias entre unos y otros alcanzan el grado de crispación. Es probable que José Luis se diera cuenta de que el acuerdo era turbio y que la posible prestación en la que habían quedado, se esfumaba; es posible que la duda de la necesidad de una silla de ruedas y la posibilidad de cobro, le planteara verse metido en un fraude en el que no quería participar a esa altura del conocimiento de la historia; y es posible…. Es posible que el conjunto de toda la situación llevara a José Luis a plantarse ante Conchi con un plan de fuga de la trama a través del divorcio.

Un plan

Los indicios señalan que Conchi y Paco tenían un plan bien estudiado. El lunes, 20, ella llama a José Luis y le propone recogerle en su casa y tener una cena romántica para acercar posturas y limar desavenencias. José Luis acepta la invitación, pero prefiere ir hasta la costa de Albufereta en un vehículo que le presta un amigo.

El aparcamiento

En el aparcamiento están Conchi y Paco que visten completamente de negro, incluidas gorras y guantes. No es convencional asistir a una cena entre amigos, en pleno agosto de esta guisa, más que nada, por el calor. Poca conversación pudo tener el trío; parece que Paco se abalanza sobre José Luis, al que presuntamente le asesta 12 golpes con un destornillador, que le alcanzan en cuello y pecho.

Gritos

José Luis se resiste y pide auxilio; sus gritos los oye Encarnación Rico, agente fuera de servicio, que de inmediato les increpa y les pide que depongan su actitud, a la vez que corre hasta el lugar y avisa a sus compañeros del 091. Ella es la primera en llegar y en enfrentarse a una situación tan extraña, como los personajes que la protagonizan.

Heridas mortales

José Luis sangra en el suelo y la policía pide a la pareja que se separen de la escena. Conchi está de pie y no precisa silla; Paco tiene las ropas ensangrentadas. Cuando llegan las patrullas policiales, Encarnación ya tiene la situación controlada. Se produce la detención de ambos, que son llevados a la comisaría.

Faltan datos

Si todo ha sido por la pasta, el resultado es que hay 2 personas en la cárcel y un hombre muerto. Ahora faltan datos de la aseguradora, el trámite del expediente de lesiones y conocer qué secuelas tiene Conchi de aquel accidente, que no es el primero, ni el primero por el que cobra.

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