A Antonio Ortega Urbano se le perdió la pista el 22 de enero de 2018 en Torremolinos (Málaga), cuando partió de su domicilio a las 11:00 con el objetivo de pasear a su perro. El hombre, de 31 años, no portaba documentación, dinero las llaves de su casa, ropa de abrigo o la medicación que requería al padecer esquizofrenia.
Desde ese día, tanto familiares como amigos, autoridades, asociaciones sin ánimo de lucro dedicada a la búsqueda de desaparecidos y voluntarios intentaron incansablemente esclarecer su paradero en múltiples ocasiones. Aunque el animal apareció en un buen estado dos semanas después de la desaparición, pese a estar algo desnutrido y tener varias heridas en las patas, la situación del malagueño seguía sin resolverse. La incógnita parece haberse resuelto ahora con un trágico desenlace.
Ayer por la mañana se llevó a cabo un dispositivo de búsqueda en la sierra de Alhaurín de la Torre. Un voluntario localizó un cadáver en una zona cercana al pico Jabalcuza, que supuestamente llevaba la misma ropa con la que fue visto por última vez (pantalones negros, sudadera blanca con capucha roja y zapatillas azules). La Guardia Civil, que se encargó del rescate, determinó que se trata de Antonio Ortega.
A través de las redes sociales, los allegados de Antonio Ortega han confirmado el hallazgo y han agradecido tanto la ayuda como solidaridad demostrada durante este doloroso proceso. Asimismo, han informado que hoy se abrirá la capilla ardiente en el Tanatorio de Torremolinos y a las 20:00 horas se celebrará la Misa Funeral en la Parroquia del Buen Consejo de Torremolinos.
