Nadie pensó que durante un año un discapacitado de un centro de Novaforma, en Cáceres, sufriría continuos abusos sexuales de otro interno. Uno con una minusvalía mental del 67%, calló el trato que recibió de su compañero, con un 56% de discapacidad. Tras casi 12 meses de abusos, el hombre decidió denunciar los hechos en marzo de 2016.
El lunes pasado se iba a celebrar en la Audiencia Provincial de Cáceres el juicio al agresor. No obstante, se llegó a un acuerdo entre los abogados del acusado y la Junta de Extremadura, que consiste en indemnizar al hombre con 30 euros y tres años de prisión para el que hacía de conserje en la residencia y que abusaba, a su antojo, del denunciante. No obstante, fuentes cercanas a los abogados han descartado que entre en prisión.
T. E. I., el hombre abusado, vive con un matrimonio a quien confesó que sangraba por el ano. Tras unas pruebas médicas, se detectó que tenía un desgarro, hecho que le hizo confesar que en el centro al que asistía había alguien “que abusaba” de él. Tras un arduo seguimiento se descubrió al culpable, que confesó los hechos. La víctima, según informes, se quemó la cara y la mano con una plancha y diversos actos autolesivos para que no se volvieran a repetir los abusos, en los que tenía que pagar dinero “porque me obligaban”.