Belén Esteban está teniendo unos días harto difíciles: tiene muchísimo miedo del coronavirus por ser paciente de alto riesgo al padecer de diabetes; su marido, Miguel Marcos, está ausente de la casa en la que conviven para evitar que cualquier riesgo innecesario por ser él un conductor de ambulancia, hay que agregar ahora la traición a la que fue sometida por algunos de sus compañeros del programa “Sálvame”.
La “princesa del pueblo” lleva días sin acudir al espacio de Telecinco por temor al virus, pero aún así ameniza las tarde de los seguidores del programa con un espacio de cocina desde su casa. Allí enseña sus mejores recetas y hasta reveló, hace días, el secreto de su famosa tortilla de patatas.
Pero además de amenizar esta semana con recetas, en “Sálvame” han creado una sección nueva que consiste en calificar a alguno de sus compañeros con alguna cualidad positiva o negativa a través de una pizarra. Cuando le ha tocado el turno a Belén Esteban, los calificativos no han sido precisamente del agrado de la televisiva.
Antonio David Flores defendió a ultranza a Belén Esteban, en cambio, otros compañeros la tacharon como “clasista, elitista, soberbia, pelota con los directores y egocéntrica”, según Antonio Montero. Por su otra parte, su gran amiga María Patiño aseguraba que “tiene ramalazos de soberbia” y es muy “yoísta”.
¡Vaya sorpresa para Belén! Ante estas opiniones, la presentadora dejó muy claro que, aunque respeta lo dicho por sus compañeros, no está de acuerdo con muchas de sus opiniones. Se mostró especialmente molesta con Antonio Montero y aseguró que todos saben cómo es: “quien me conoce sabe cómo soy”. Añadió: “soy agradecida con la gente que se ha portado bien conmigo. Yo sé perfectamente porqué Montero dice esas cosas. Tiene que jugar a favor de obra”.
Respondió también a quienes le acusan de clasista: “el día que me casé vino todo el mundo que yo quise, desde la limpieza, compañeros, jefes y choferes… No voy a la tele diciendo todos los días que soy amiga de Rosalía”, concluyó Esteban.