Desde hace algunos días, entre ambas concursantes se notaba un distanciamiento. La supuesta defensa que prometió Ana María para con Rocío que no terminó cumpliendo, sorprendió a más de uno; de hecho fueron muchas las voces que no pudieron explicar ese cambio de actitud repentino de la diseñadora hacia Rocío. Pero la nominación de Ana María fue el detonante para que las concursantes hicieran las paces. Al final, prevalecieron los sentimientos.
Rocío fue quien inició la reconciliación. Ella le pidió al Dios Ferre que le hiciera llegar un mensaje a Ana María: “le puedes decir que no quiero que se vaya y que (si ocurriera) la voy a echar mucho de menos”. Las palabras conmovieron a la diseñadora y, muy emocionada, le respondió: “si no he estado a la altura en todos los momentos que me hubiera gustado que me hubiera pedido ayuda. Que no he querido meterme en su concurso ni cobrar un protagonismo que no me pertenezca. Que la quiero mucho”, para luego fundirse en un emotivo abrazo.
Aún faltaba mucho por decir. Ana María explicó el por qué de su actitud de distanciamiento: “sé que todos estarán muy orgullosos del concurso de Rocío pero todos, todos, todos. Puede que no le haya dado la importancia que quizás ella con 23 años sí le haya dado. Puede que yo esté equivocada. Si la he fallado, lo siento mucho”, culminó.
Finalmente, la mujer de Ortega Cano tuvo que decir adiós ya que fue expulsada de la isla.