Megtrix. Así se conoce a la decisión de Harry y Meghan Markle de separarse de sus derechos monárquicos para comenzar una vida normal. La decisión tomó por sorpresa a todos pero quien se vio mayor afectada fue la reina Isabel II.
El próximo 31 de marzo será el día final del plazo que tiene el príncipe Harry para poder disfrutar de sus últimos días como parte de la familia real. La reina impuso ciertas condiciones a su nieto ahora que se convertirá en un ciudadano común aunque no corriente.
El ambiente se sentía caldeado para los compromisos finales. Dentro de pocos días se celebrará el día de la Commonwealth y con ello, Harry pondrá fin a sus obligaciones reales. El domingo llegó a Londres. Solo. Momento que aprovechó la reina para reunirse con su nieto y poder conversar tranquilamente de todos los detalles que quedaron pendientes. De acuerdo a la prensa inglesa, el encuentro tuvo una duración de cinco horas y reinó un ambiente de cordialidad y buen tono, cosa que estuvo ausente entre ellos los meses anteriores.
El encuentro ocurrió en el castillo de Windsor, con un almuerzo de por medio. Una fuente cercana a Buckingham comentó que “era el momento ideal para que ambos dieran su versión. Era un ambiente mucho más relajado”. Aunque la monarca sigue molesta con la decisión de su nieto, al parecer, se acercaron las posturas y la reina acabó por invitarlos a él y a su esposa a volver cuando y las veces que desearan. Recordemos que la monarca no ha visto a su bisnieto Archie desde que ellos pusieron tierra de por medio. Esto apena muchísimo a la soberana ya que esperaba verlo cuando Meghan arribara a Londres con él pero el alto costo que tendría ese desplazamiento obligó a dejarlo en Canadá con su niñera.