Gary Cohn, asesor económico de la Casa Blanca, ha presentado su dimisión al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras discutir con él sobre la imposición de aranceles a la importación de acero y aluminio.
La imposición de esos aranceles ha sido solicitada por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, que pide que se aplique un 24% en el caso de importaciones de estos materiales desde cualquier país, elevando ese porcentaje hasta el 53% si el lugar de origen de los metales es Brasil o China.
Estos aranceles, sobre los que Trump aún no ha tomado aún una decisión, se han ganado las críticas de los republicanos, que temen que Estados Unidos pueda sufrir represalias por parte de otros países si se llega a aplicar esta medida.
La dimisión de Cohn ha sido, posiblemente, de las más pacíficas y amistosas de la legislatura de Trump. El Presidente, de hecho, ha alabado en las redes la labor de su ya exconsejero. Asegura que Cohn tiene “un talento poco habitual” y que ha realizado un trabajo magnífico. Trump, además, ha atribuido a Gary Cohn el mérito de la gran reducción de impuestos que se ha hecho durante su legislatura.