La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la principal agrupación de partidos opositores de Venezuela, ha anunciado que no participará en las elecciones presidenciales convocadas para el próximo 22 de abril.
Desde la MUD consideran que los comicios son ilegítimos y freudulentos. Piensan que presentarse sería una forma de reconocer la legitimidad de la Asamblea Nacional Consituyente que creó Maduro para anular a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
Los líderes opositores también creen que el objetivo del Gobierno no es hacer unas elecciones limpias, si no convocar unos comicios que les permitan gobernar con legitimidad.
Ángel Oropoeza, coordinador de la MUD, ha reiterado el apoyo de su agrupación a la propuesta que hicieron, en diciembre, ministros de Exteriores de varios países. Esa propuesta estipulaba que se celebrarían elecciones presidenciales en la segunda mitad del año y que serían unos comicios con “garantías”.
El texto de la propuesta refleja la creación de un Consejo Nacional Electoral, formado por miembros oficialistas y opositores. También recogía la invitación de observadores internacionales a lo largo de todo el proceso electoral y el voto exterior. Además, reflejaba una igualdad de acceso de todos los partidos a los medios de comunicación, el fin de la inhabilitación de políticos opositores y la realización de auditorías técnicas.
La oposición ha dejado claro que no tiene problema en medirse en las urnas con el partido de Maduro, pero asegura “no cuenten con la Unidad ni con el pueblo venezolano para avalar fraude”. Por ello, ha pedido a todos los sectores sociales que se unan para boicotear los comicios de abril y exigir unas elecciones justas y con garantías.
La decisión de la MUD, aunque unitaria, coloca a la oposición en una situación arriesgada y podría provocar aún más tensiones dentro de la agrupación. Y es que en los últimos meses los opositores han visto como su unión se tambaleaba en varios momentos, por las diferentes opiniones que cada partido tiene sobre cómo hay que encarar al Gobierno.
Esas pequeñas brechas internas parecen haber llamado la atención del equipo de Maduro, que podría intentar utilizarlas a su favor, no solo en los comicios de abril , si no también las elecciones parlamentarias que, según han anunciado, adelantarán.