México ha sufrido un nuevo terremoto esta madrugada. El seísmo, de 6,1 grados en la escala de Richter, se ha localizado en el sur del país, concretamente en la costa oeste, cerca de Oaxaca.
Por el momento, parece que el terremoto no ha causado graves daños, al igual que ocurrió la última vez. Y es que hay que recordar que hace solo dos días, los mexicanos se veían sorprendidos por un seísmo de más de 7 grados, seguido de centenar y medio de réplicas.
La ausencia de grandes daños se debe a que, como ocurre con Japón, México es un país preparado para sufrir terremotos. Su situación geográfica hace que sus habitantes estén, de alguna forma, acostumbrados a los seísmo, ya que México se encuentra en la denominada “lengua de fuego”, una zona del planeta que une América y Asia y que registra el 80% de los grandes terremotos a nivel mundial.
Los efectos de este último seísmo se han dejado notar, eso sí, en muchas zonas del país. Incluso, en la capital, situada a unos 700 kilómetros, los habitantes han salido a las calles alertados por el terremoto, que ha sacudido varios edificios.