Pasarse con las copas durante la celebración del año nuevo es algo habitual. Lo que no es tan corriente es que esa borrachera te lleve a gastarte casi 2 en un taxi. Es lo que le ocurrió a un viajero noruego que celebraba la pasada Nochevieja en Copenhague (Dinamarca). Su estado de embriaguez le llevó a coger un taxi y pedir que le llevasen hasta su casa en Oslo (Noruega).
Pese al estado en el que se encontraba el pasajero, el taxista accedió a tan curiosa petición. Se calcula que recorrió unos 600 kilómetros, atravesando tres países diferentes y empezando el viaje en 2017 para terminarlo en 2018.
Al llegar al destino, el taxista exigió que se le pagase el trabajo. En total, el taxímetro marcaba 1.842 euros. El pasajero no se mostró conforme y decidió subir a su casa a dormir, dejando la factura sin pagar.
Tras lo ocurrido, el taxista denunció lo ocurrido a la policía. Los agentes se personaron en la vivienda del pasajero, lo despertaron y exigieron el pago de la deuda. Finalmente, el viajero ha terminando abonando lo que debía. La historia se ha hecho famosa gracias a la policía de Oslo, que ha contado lo sucedido en las redes sociales.