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La UE y nueve países más restringirán la pesca en el ártico

Glaciares derritiéndose. Getty Images

El derretimiento del casquete polar ártico tendrá todo tipo de consecuencias, una de ellas es la posibilidad de pescar en el ártico, lo que tradicionalmente y por razones obvias ha sido a todas luces imposible. Esto a su vez crearía un nuevo nicho de mercado que hasta ahora no existía, y el consiguiente riesgo de que muchos países exploten las reservas de peces hasta agotarlas.

Para evitar esto, Estados Unidos, Noruega, Dinamarca, Canadá, Rusia, los cuales poseen costas limítrofes con el ártico, Korea del Sur, China, Japón, Islandia y la Unión Europea, que utilizan líneas comerciales que pasan por la zona, han firmado este acuerdo, que durará 16 años, y renovable cada lustro. Mientras, los científicos estudiarán la ecología de esta nueva zona deshelada.

Sin embargo, lo que más llama la atención del acuerdo es que tanto Estados Unidos como Rusia están en el mismo lado. Es lo que algunos diplomáticos han denominado “excepcionalismo ártico”, pues a pesar de sus múltiples diferencias en asuntos geopolíticos, como la Guerra de Siria, aquí han encontrado un punto en común. Algo más sorprendente aún si tenemos en cuenta el escepticismo del presidente de EEUU sobre cualquier asunto que tenga que ver con el Cambio Climático. Pero el propio Trump también ha mencionado en más de una ocasión que tiene intención de dialogar con Rusia para resolver problemas en común. Este es uno de ellos.

“Es un ejemplo de que Estados Unidos y Rusia tienen intereses muy similares en lo que respecta a las costas que limitan con el Océano Ártico”. Afirmó Scott Highleyman, vicepresidente de los programas de conservación de The Ocean Conservancy a The NY Times. “¿Puede permanecer el Ártico como un área de cooperación? Sí que puede, y es algo muy positivo”.

El derretimiento del ártico es un problema que viene de lejos, ya que el centro del Océano Ártico, el cual hasta ahora no estaba regulado de ninguna manera, pues era un enorme páramo de hielo, pierde el 40% de su superficie en verano. Aún es una tierra virgen de pesca, pero el nuevo mar podría atraer a flotas industriales de pesca, dispuestas a sacar partido de su ecosistema.

El acuerdo regula sobretodo una zona relativamente lejana a la costa, un agujero de hielo que se encuentra entre Alaska y la región rusa de Chukotka. La regulación se centra en esta zona ya que es la que más sufre el deshielo. Un lugar donde podrían llegar las flotas pesqueras asiáticas.

El nuevo acuerdo pretende regular comercialmente tanto el pescado que vivía bajo el hielo como el que pueda migrar desde el sur.

“Este acuerdo es trascendental”, afirma David A. Balton, asistente adjunto en la secretaría de océanos y pesca del Departamento de Estado de EEUU. “Es un raro caso de gobiernos haciendo algo por adelantado, para prevenir que surja un problema”.

Fuente: The NY Times

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