Un nuevo ataque con bomba contra un autobús que transportaba tropas en la capital siria, Damasco, mató al menos a 14 militares e hirió a otros tres; informó la televisión estatal y un oficial militar. El ataque terrorista ocurrido durante madrugada de este miércoles ha sido más mortífero registrado en Damasco en años, y un hecho poco común desde que las fuerzas de seguridad gubernamentales controlaron los suburbios empobrecidos, que antes ocupaban los combatientes de la oposición en el conflicto interno de 10 años de Siria.
La televisión estatal de Siria mostró fotografías del autobús carbonizado en el centro de la ciudad de Damasco e informó que el ataque terrorista ocurrió durante la hora pico de la mañana, cuando la gente se dirigía sus trabajos y los niños y jóvenes a las escuelas.
Dos artefactos explosivos detonaron cuando el autobús estaba cerca del puente Hafez al-Assad. Un tercer dispositivo fue desactivado por una unidad de ingenieros del ejército, en lo que los funcionarios se seguridad dijeron que fue una explosión "terrorista".
Una fuente militar citada por la agencia estatal de noticias SANA, informó que las bombas habían sido colocadas en el autobús. Hasta ahora no hubo un reclamo inmediato de responsabilidad por el mortal ataque.
"Es un acto cobarde", dijo a la televisión estatal el comandante de la policía de Damasco, el general de división Hussein Jumaa, y agregó que una fuerza policial acordonó el área de inmediato y se aseguró de que no hubiera más bombas. Instó a las personas a informar a las autoridades sobre cualquier objeto sospechoso que vean.
Las fuerzas de seguridad de Siria informaron que actualmente existen combatientes de ISIL (ISIS), quienes continúan operando en la extensa área desértica del país y participan en enfrentamientos continuos con el régimen una y otra vez.
La seguridad ciudadana en Siria tambalea ante los ataques terroristas
Joseph Daher, profesor afiliado del proyecto Siria en tiempos de guerra y postconflicto en el Instituto Universitario Europeo, señaló que la explosión muestra una vez más que Siria está "muy lejos de cualquier tipo de estabilidad".
Daher agregó que “El régimen está amenazado por múltiples actores”. “Este tipo de acción terrorista es una marca registrada del llamado Estado Islámico [ISIL]. A pesar de la derrota de 2019 por las fuerzas conjuntas de EEUU, esto no ha significado el fin de la organización, y aún representa una amenaza y un desafío para la seguridad".
“Esto demuestra una vez más que estamos muy lejos de cualquier tipo de estabilidad en Siria, ya sea política, militar o económicamente. Todavía estamos en una situación de conflicto".
El ataque del miércoles es el más mortífero en la capital desde que un bombardeo reclamado por ISIL golpeó el Palacio de Justicia en marzo de 2017, matando al menos a 30 personas.
En agosto, los medios estatales de Siria dijeron que un cortocircuito provocó una explosión en el tanque de gasolina de un autobús que transportaba soldados, matando a uno e hiriendo a tres.
Las explosiones en Damasco han sido raras desde que las fuerzas leales al presidente sirio Bashar al-Assad tomaran el control de los enclaves rebeldes alrededor de la ciudad. Ayudado por la presencia militar de Rusia y las milicias de Irán, al-Assad ahora controla la mayor parte del país.
Habitantes de Siria siguen abandonando el país debido al terrorismo
El conflicto de Siria, que comenzó en marzo de 2011, ha dejado hasta ahora más de 350 mil muertos y ha desplazado a la mitad de la población del país, incluidos cinco millones que son refugiados en el extranjero.