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La ONU señala “violaciones de los derechos humanos” en Venezuela

Guardia Nacional bolivariana| Getty Image

La situación que se está viviendo en Venezuela no es para nada tranquila. Las manifestaciones contra un Maduro que cada vez tiene más poder suelen acabar con violencia y en demasiadas ocasiones con muertos. Desde varias instituciones como la Unión Europea o países como España se ha pedido el cese de la violencia pero parece que esto puede acabar peor de lo que hasta ahora va. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos (ACNUDH) ofreció un comunicado en el que realizan una radiografía de la situación venezolana.

Un equipo de expertos ha realizado diferentes entrevistas a distancia para tomar el pulso a la situación y en su comunicado concluía lo siguiente: “Las entrevistas realizadas a distancia por un equipo de expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas sugieren que en Venezuela ha habido un uso generalizado y sistemático de fuerza excesiva y detenciones arbitrarias contra los manifestantes. Las conclusiones del equipo indican la existencia de un patrón de otras violaciones de derechos humanos, que abarcan allanamientos violentos de viviendas, torturas y malos tratos a las personas detenidas en relación con las protestas”.

Tortura contra los detenidos

A la ONU no le tiembla el pulso a la hora de informar sobre los testimonios que ha recibido de los detenidos y confirma que “no fueron casos aislados”. Por lo tanto informó: “Hemos recibido informes creíbles de trato cruel inhumano y degradante por parte de las fuerzas de seguridad a los detenidos, que podrían ser definidos en varios casos como tortura”.

Métodos de tortura

Los métodos que emplea la policía venezolana no dejan indiferente a nadie tal y como explica el comunicado de la ONU: “Entre los métodos usados figuran choques eléctricos, golpizas en las que han empleado hasta los cascos y las porras, mientras los detenidos estaban esposados, la práctica de colgar a los reos de las muñecas durante periodos prolongados, asfixiarlos con gases y amenazarlos con la muerte –y en algunos casos con la violencia sexual- a ellos y a sus familiares”.

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