En verano se pueden ver todo tipo de ofertas vacacionales. El tráfico aéreo es más denso que nunca y las compañías aéreas tratan de captar todos los clientes posibles. Para ello, no dudan en acudir a las más llamativas campañas de marketing y publicidad. Por ejemplo, VietJet Air, una empresa de Vietnam, ha decidido que los uniformes de sus guapas azafatas sean bikinis. O Air Malta, que te da un masaje incluso si tu billete es de clase económica. Incluso otras compañías llevan tu confort más allá como Air New Zealand, que tiene asientos que se transforman en camas. Pero, en lo que a ligereza de equipaje se refiere, Miami Air es la vencedora, permitiendo un vuelo nudista entre las ciudades de Miami y Cancún.
Bikinis con polémica
Pese al éxito inicial de su campaña, la empresa VietJet Air fue multada por la Autoridad de Aviación Civil local con 1000 dólares por llevar a sus azafatas en bikini. Ahora la llaman Bikini Air. Sin embargo, no es la única que ha usado a sus sexys azafatas para llamar la atención. Ryanair, por ejemplo, realiza calendarios de sus tripulantes en bikinis, por lo que ha recibido bastantes quejas y denuncias.
Masajes y asientos/cama
Otras líneas aéreas optan por tratar de relajar y hacer más placentera la experiencia de los pasajeros. Es el caso de Air Malta que daba un masaje de cuello, pies y manos a los pasajeros incluso de la clase económica en el vuelo hacia Londres.
En el caso de Air New Zealand es el de ofrecer la mayor comodidad en los asientos, sobre todo en los de larga distancia. Por eso, incluso en los billetes más económicos, ofrecen asientos que se transforman en camas para que el viaje pase de forma más relajada.
Nudistas
Son varias las compañías que han ofrecido vuelos nudistas. La primera lo hizo en 2003, cuando un un Boeing-727 de Miami Air llevó a 86 pasajeros completamente desnudos de Miami a Cancún. Más tarde, en 2008, Ossiurlaub, una agencia alemana organizó vuelos nudistas entre Erfurt y la isla alemana de Usedom, situada en el mar Báltico.
En el caso de los vuelos nudistas, esperamos que los asientos estén adaptados porque, de lo contrario, puede resultar muy incómodo. Y no hablemos ya de la higiene. En cualquier caso, un avión no parece el mejor sitio para quedarse desnudo aunque en los viajes de Ossiurlaub se apuntaron franceses, italianos e incluso neoyorkinos.