En el momento que deje la presidencia de Francia, Emmanuel Macron dejará de recibir la cantidad de 6.220 euros brutos al mes, que le corresponde de forma vitalicia. Esta medida la asume con la finalidad de dar el ejemplo, ante las protestas que se han desatado por la reforma de la Ley de Pensiones que ha sido propuesta.
La reforma planteada pretende eliminar todos los regímenes especiales de jubilación, obligando además alargar los años de trabajo para poder obtener una jubilación completa.
Macron es coherente con las reformas planteadas
Uno de los asesores del presidente Macron ha declarado que renuncia a la jubilación que le corresponde en el momento de culminar su mandato, ya que piensa que la reforma que está planteando su Gobierno será normalizada.
Añadió que en medio de las circunstancias y cambios que se están viviendo, los funcionarios deben dar el ejemplo con sus acciones.
El objetivo es que a partir de Macron, todos los presidentes posteriores deben cotizar en el régimen universal de puntos que está siendo planteado en la reforma de la Ley de Pensiones.
Pero no solo ha renunciado su pensión vitalicia, también renunció al puesto que le corresponde como expresidente en el Consejo Constitucional, y por lo tanto, a la compensación que se incluye en este cargo.
Los partidos de oposición critican la resolución de Macron
[Sumario]
Las críticas por parte de los sectores de la oposición no se han hecho esperar. Mélenchon, quien lidera la organización Francia Insumisa, ha afirmado que Macron puede renunciar a ese beneficio porque cuenta con los medios suficientes para hacerlo. En cambio, no tienen la misma circunstancia una inmensa mayoría, en la que se incluye él.
Concluyó afirmando que la jubilación no se puede considerar un privilegio. Además, Mélenchon ha criticado a la medida por considerarla que es solo un acto de demagogia.