Posible imagen del terrorista momentos antes del atentado.
En Reino Unido están furiosos. Las fotografías e información que se intercambiaron las agencias de seguridad han acabado filtrándose a la prensa y el New York Times ha sacado una exclusiva analizando los detalles de las fotografías. En ellas se pueden ver restos de metralla, lo que parece una mochila y una batería, que indican que el artefacto fue elaborado cuidadosamente y que el terrorista se aseguró de que no fallaría. Esto es lo que dice:
El terrorista de Manchester parecía llevar un poderoso explosivo en un pequeño y ligero contenedor de metal escondido dentro de un chaleco negro o una mochila azul marca Karrimor, y pudo haber sostenido un pequeño interruptor en su mano izquierda, según información recopilada por las autoridades británicas.
El análisis inicial de la bomba, basado en pruebas fotográficas y recogidas en la escena del crimen y distribuidas por las autoridades británicas, no especifica el tamaño o tipo de explosivo utilizado en la carga principal de la bomba, pero sugiere un dispositivo improvisado hecho con previsión y cuidado.
Las imágenes policiales de tuercas y tornillos despedidos por la explosión, y de daños cercanos, muestran que la metralla improvisada de la bomba penetró en las puertas de metal y dejó marcas profundas en las paredes de ladrillo.
Las autoridades encontraron una batería Yuasa de 12 voltios y 2,1 amperios de plomo en la escena, que es más potente que las baterías que se suelen ver en bombas de mochila o chalecos suicidas. La batería, utilizada para iluminación de emergencia y otras aplicaciones, se puede comprar por alrededor de unos 18 euros.
