‘Sí’ han dicho poco más de la mitad de los votantes turcos en el referéndum constitucional convocado por el presidente, Recep Tayyip Erdogan. Con casi la totalidad de los votos escrutada, un 51,24% de los votantes ha aprobado conceder más poder al Presidente de la República. La oposición ha cuestionado el resultado de la votación y el propio proceso. Por ello ha anunciado que pedirá el recuento de hasta el 60% de los votos.
Al parecer, se han denunciado diversas irregularidades durante la jornada. Para votar, los 55 millones de turcos llamados a votar tenían que marcar el lado de la papeleta (‘sí’ o ‘no’) que preferían con un tampón con la palabra ‘preferencia’. El Consejo Electoral Superior (YSK), anunció, entrada la tarde, que las papeletas sin el sello oficial no serían válidas. Esto suscitó muchas quejas, y el Consejo decidió, finalmente, que sí serían válidas si no se probaba que habían sido introducidas desde el exterior.
Según el vicepresidente del principal partido de la oposición, Bülent Tezcan, este hecho podría favorecer la campaña del ‘sí’, por lo que ha instado a dar marcha atrás sobre este error. Un diputado del mismo partido, Sezgin Tanrikulu, sentenciaba que “no se pueden cambiar las reglas del juego tras el inicio del partido”.