Kevin Leipere, de 31 años, que trabajaba como payaso animando a niños enfermos en un hospital, en Bélgica, confesó públicamente haber matado a su ex pareja Carolie D., de 47 años, delante de sus tres hijos de 12,15 y 17 años de edad, a los que, presuntamente, ató para obligarles a presenciar el macabro espectáculo.
El horrendo crimen fue transmitido en directo a través de Facebook, por el propio Leipere: "Soy un monstruo, lo sé, ya no soy un payaso de hospital, sino un delincuente. Así es como me haré famoso".
El cuerpo de la mujer fue encontrado por la policía en el garaje de su casa en la ciudad de Oudenburg, Bélgica y a sus tres hijos atados en el ático.
Las autoridades encargadas de la investigación señalan que Leipere no actuó solo, sino con su compañero de trabajo Dietwin Haegheman de 38 años a quien convenció para ayudarlo a vengarse de su ex novia por su ruptura.
Tras cometer el asesinato, Leipere llamó a la policía para confesar el crimen y se dio a la fuga.
Tras un largo enfrentamiento, finalmente Leipere se rindió y fue arrestado. Su cómplice también fue arrestado más tarde.