El anuncio, ayer, de la decisión de Donald Trump de sacar a Estados Unidos del acuerdo antinuclear con Irán ha generado las primeras reacciones en el Parlamento Iraní. Allí, un grupo de diputados ha quemado una bandera estadounidense, al grito de “muerte a Estados Unidos”.
No se trata de un hecho aislado ni de poca importancia. De hecho, el artífice de la quema de la bandera ha sido el jefe del comité nuclear de Irán, Moytaba Zolnurí.
La protesta del diputado Zolnurí ha estado respaldada por las palabras del presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyaní, quien ha tachado a Trump de “narcisista e ignorante en política”. Lariyaní ha repasado, además, algunos de los movimientos más polémicos del presidente estadounidense, especialmente aquellos en los que Trump cambió radicalmente de opinión en cuestión de horas.
Más allá de las protestas, el Gobierno de Irán ha asegurado que continuará con el acuerdo firmado, siempre y cuando se garanticen sus intereses. El presidente iraní ha recordado, eso sí, que su país aún tiene capacidad para enriquecer uranio y, por lo tanto, aún puede continuar con su proyecto armamentístico nuclear.
Precisamente la continuación de ese proyecto es lo que ha llevado a Trump a tomar la decisión de abandonar el acuerdo. El Presidente considera que se trata de un pacto “desastroso” que no cumple con el objetivo de evitar la construcción de bombas nucleares iranís.
Sin embargo, desde el Organismo Internacional de la Energía Atómica, aseguran que el acuerdo funciona y que Irán está cumpliendo con su parte del trato. Un trato que, se espera, continuará vigente entre los iranís y el resto de los países firmantes.