Desde que el Gerontology Research Group (GRG) le nombró la mujer más anciana del mundo, sus imágenes empezaron a correr en las redes. La japonesa Nabi Tajima murió el pasado sábado en un hospital del sudeste de Japón a los 117 años de edad por su avanzada edad.
A Tajima ya le ingresaron en enero por una enfermedad virulenta, pero ha sido esta vez cuando la muerte hizo acto de presencia. La mujer no podía hablar y estaba gran parte del día durmiendo. No obstante, cuando el año pasado se le comunicó que ostentaba el título de la mujer más anciana del mundo, intentó bailar al son de una canción cantada por sus vecinos.
La japonesa nació el 4 de agosto en 1900 en Kikai, la ciudad donde murió el pasado sábado.
Asia, y sobre todo China y Japón, es tierra de personas muy longevas, con más de 65 centenarios registrados tan solo en el país nipón el pasado septiembre.