Theresa May organizó una reunión de gobierno en la tarde del jueves, en la que consiguió el respaldo para llevar a cabo una acción militar en Siria. De este modo, deciden acompañar a Estados Unidos y Francia en el ataque contra el Gobierno de Al Asad, a quien acusan de bombardear a su pueblo. May considera que el ataque químico perpetrado por el Gobierno sirio sobre Duma “no puede quedar impune”.
Un portavoz del Gobierno británico declaró al finalizar la reunión que “existe la necesidad de actuar para aliviar la angustia humanitaria e impedir el uso de armas químicas por parte de Al Asad”. Además, señaló la dirección que seguirá el Reino Unido: “coordinaremos una respuesta internacional junto a nuestros aliados, Estados Unidos y Francia”.
Ahora la primera británica fronta el problema de llevar el debate al Parlamento, donde cuenta con el rechazo de los laboristas. Jeremy Corbin cree que una acción militar en Siria solamente provocará “más muertes y más conflictos en otros lugares”.
Existe un precedente en 2013, cuando el Parlamento británico rechazó la propuesta de David Cameron para intervenir en Siria. Con el miedo de que vuelva a suceder los mismo cinco años depués, May cuenta con la posibilidad de las prerrogativas reales para enviar fuerzas armadas a Siria sin necesidad de la aprobación del Parlamento. Sin embargo, la opinión de Corbyn al respecto es cpntundente: “el Parlamento debe tener siempre la palabra en una acción militar”.