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Los micrófonos del coche de Ana Julia muestran cómo insultaba al cuerpo sin vida del menor

Ana Julia en una imagen de archivo.

Ana Julia Quezada, desde que apareció la camiseta del pequeño Gabriel hace dos sábados, fue la principal sospechosa del denominado Caso Nemo. Por lo tanto, la Guardia Civil procedió a instalar unos micrófonos microscópicos en el interior del vehículo de la asesina confesa del niño.

La Guardia Civil, el pasado 10 de marzo, tendió una trampa a la mujer: anunció abiertamente a los padres y a los voluntarios que examinarían la finca de la familia paterna en busca de pruebas. Tan solo faltaba esperar a ver qué hacía Ana Julia. La mañana del pasado domingo, diferentes dispositivos de la Guardia Civil vieron cómo la asesina desenterraba el cuerpo y lo metía en el maletero de su Nissan. Horas después, era detenida en la puerta del garaje de su residencia, en Vícar, donde vivía con Ángel y Gabriel cuando le tocaba.

Pues bien, según fuentes policiales, las grabaciones de los dispositivos instalados en el coche revelan cómo Ana “insultaba” el cuerpo sin vida de Gabriel, lo que acrecentaría las pruebas incriminatorias contra ella. Además, según el juez, refleja “la falta de sentimientos y humanidad que ella misma ha calificado y que, de ser ciertas sus palabras, sería pura crueldad”.

El pasado 27 de febrero, Ana Julia se encontraba al pequeño Gabriel jugando con un palo en el camino entre los 100 metros que separaban la casa de su abuela paterna y la casa de sus primos. Le dijo que se fuera con ella a la finca de Rodalquilar y que “iría pronto a jugar con sus primos”. La mujer, tras un forcejeo por un hacha y unos presuntos insultos proferidos por parte del menor hacia la mujer, le propinó “un mal golpe” y, de la rabia, lo asfixió.

Actualmente se encuentran prisión incondicional, comunicada y sin fianza, acusada de un delito de retención y asesinato.

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