Ana Julia se ha convertido en el centro de atención desde que ayer por la mañana fuera detenida por el asesinato del pequeño Gabriel tras su desaparición, el pasado 27 de febrero.
La Policía, desde ese momento, empezó a investigar el pasado de la mujer, que tuvo un suceso un tanto extraño cuando vivía en Burgos: una niña se precipitó por la ventana de su casa mientras que Ana la cuidaba. Pues bien, fuentes policiales han confirmado que esa niña era hija natural de la presunta asesina del pequeño almeriense.
Por ahora no se ha podido confirmar si fue Ana la que precipitó a la niña por la ventana o, en cambio, fue un accidente fortuito con el peor de los desenlaces posibles. Tenía cuatro años cuando murió y, según la investigación, Ana Julia había venido de República Dominicana con ella.
Tras el accidente, Ana y su novio en aquel momento se mudaban a las Negras, donde regentaron un bar hasta su separación. Semanas después, Ana conocían a Ángel, el padre de Gabriel. Llevaban un año y medio cuando el pequeño Gabriel desapareció.