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Ana Julia podría enfrentarse a la prisión permanente revisable

Imagen de Ana Julia, la mujer detenida por el asesinato del pequeño Gabriel

La muerte del pequeño Gabriel a manos, presuntamente, de Ana Julia, la novia de su padre, ha vuelto a sacara a la palestra el debate sobre la prisión permanente revisable. El principal motivo para ello es que el asesinato de un menor de 16 años es uno de los delitos que pueden acarrear esta pena.

La prisión permanente revisable es la mayor condena que existe en España y fue aprobada por el Gobierno del PP en 2015. Casi desde el mismo momento de su aprobación, ha sido tema de debate, de hecho, tanto el PSOE como Podemos han presentado recursos y se han mostrado abiertamente en contra, mientras que Ciudadanos ha ido alternando una posición contraria con una más neutral. El caso de Gabriel, sin embargo, ha desatado una oleada de apoyo a este tipo de condena.

La prisión permanente revisable tiene como objetivo el poder mantener en prisión a aquellos delincuentes, con delitos especialmente graves y que no hayan demostrado capacidad de reinserción en la sociedad.

Actualmente, esta pena solo puede aplicarse cuando la víctima es especialmente vulnerable, cuando el asesinato va acompañado de una agresión sexual, cuando el asesino forma parte de un grupo criminal, cuando es un asesinato múltiple, en las muertes por ataque terrorista y en casos como el de Gabriel, cuando la víctima tiene menos de 16 años. También son objeto de prisión permanente revisable los atentados contra Jefes de Estado o los crímenes de lesa humanidad.

La muerte de Gabriel podría enmarcarse, además, dentro de otros dos supuestos que el Gobierno quiere incluir entre los delitos con prisión permanente revisable: el asesinato después de un secuestro y el asesinato con obstrucción para recuperar el cadáver.

Por el momento no se ha pedido ninguna pena para Ana Julia, la mujer detenida por el crimen. Los investigadores están intentando averiguar si actuó sola o si tiene un cómplice, aunque las principales sospechas apuntan a que lo hizo todo ella. Mientras, los forenses trabajan para averiguar cómo, dónde y cuándo murió el pequeño Gabriel y la Guardia Civil trata de esclarecer la que, probablemente, es la mayor pregunta: por qué.

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