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Mas pensaba que la sentencia del juicio sería menor porque CDC ya sufrió “un precio alto”

Artur Mas, a la entrada de la sede del PDeCAT.

El ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, se ha llevado una gran sorpresa con la resolución del caso del Palau de la Música. La condena obliga a Convergència Democrática de Cataluña a pagar 6,6 millones de euros, y a ingresar a varios ex dirigentes del partido en prisión. Entre las personas afectadas estarían Fèlix Millet, con nueve años y medio de prisión, o Jordi Montull, con siete años y ocho meses de cárcel. Según Mas, no esperaba que la sentencia, que tacha como “muy negativa” fuera tan dura, porque CDC ya pagó “un precio muy alto” por las irregularidades que fueron investigadas por la justicia. Según él, “nunca se han demostrado irregularidades en la manera de adjudicar la obra pública”.

Ahora, todos los ojos en el partido que es considerado el sucesor de la antigua Convergència: el Partido Democrático Europeo Catalán (PDeCAT). La formación política alega que es un partido nuevo, fundado en 2016, que no tiene nada que ver con la desaparecida Convergència. Su objetivo es, según uno de los portavoces del mismo, el ejercicio de la transparencia como uno de los pilares del partido. Es más, emitía un comunicado, en el que expresaba su respeto por las decisiones de la Fiscalía. “El PDeCAT respeta la presunción de inocencia de las personas afectadas en estos procesos hasta que la sentencia no sea definitiva”, en alusión al recurso que desde antiguos dirigentes del partido se asegura que se va a llevar a cabo.

PDeCAT, en línea de CDC.

Artur Mas, uno de los políticos más representativos de CDC, fundaba en junio de 2016 un nuevo partido, de corte independentista: PDeCAT. En estas fechas, el caso Palau ya estaba en curso. Sin embargo, este nuevo partido se siguió favoreciendo del partido sin función política, pues su sede se encuentra en el antiguo local donde Convergència Democrática de Cataluña dirigía sus políticas.

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