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Los Reyes Magos de VOX gastan dinero público en rosarios y juguetes sexistas

Llegada de los Reyes Magos al puerto deportivo de Gijón este miércoles. / EP

Los alumnos del colegio público de Guadalupe, una pedanía de Murcia donde gobierna la ultraderecha, han recibido varios polémicos regalos por Reyes: diademas de princesas para las niñas, máscaras de 'Stars Wars' para los niños y rosarios para todos. El Grupo Municipal Socialista, según ha publicado la Cadena SER, ha denunciado los obsequios que ha realizado la Junta Municipal, que lidera VOX con el apoyo del Partido Popular, y ha afirmado que poseen "un claro sesgo ideológico y sexista", tal y como ha argumentado el portavoz del PSOE en dicha población murciana, Enrique Lorca

El portavoz socialista, además, ha lamentado que "al [alcalde] pedáneo", de la formación de extrema derecha dirigida por Santiago Abascal y que gobierna gracias al apoyo del PP siendo el único representante de VOX en el Ayuntamiento de Guadalupe, "no se le haya ocurrido otra idea más brillante que comprar pulseras decenario [un cordón con diez cuentas y una cruz que se utiliza desde hace muchos años como herramienta que ayuda a rezar y a aprender a orar, como aseguran diferentes páginas web católicas] para los niños y niñas".

Además, a su juicio, el regidor ha decidido "discriminar por sexo a la hora de regalar, con bolsas que incluían diademas, anillos, un despertador de princesas o un bolsito con forma de labios para las niñas; y una máscara de 'Star Wars' o un despertador de 'Ben' para los niños". "Hay alumnos y alumnas que no son católicos y no quieren el rosario, o niñas que no quieren un despertador de princesas", ha recordado Lorca, según recoge el diario La Opinión de Murcia

"El grupo ultraderechista tiene poca credibilidad y, como queda demostrado, pocas ideas, porque hay cientos de regalos, por ejemplo: libros, libretas, lápices de colores. Estos se pueden regalar a niños y niñas sin que se haga apología partidista, de la patria ni de la religión", ha añadido Lorca

Precisamente días antes de Navidad, el Ministerio de Consumo lanzó una campaña para sensibilizar sobre la publicidad sexista dirigida a la infancia y que incluía algo revolucionario: una huelga, convocada para el día 12 de diciembre, para que los niños y niñas dejaran de jugar con ellos por unas horas. "¿Qué somos? ¡Juguetes! ¿Y qué queremos? ¡Igualdad!", era el grito de guerra, porque "un juguete que sólo puede jugar con el 50% de los menores no es un juguete feliz".

La iniciativa, que constaba de una pegada de carteles, un vídeo, profusión de mensajes en redes con la etiqueta #HuelgaDeJuguetes y el citado "parón histórico para decir basta", se dirigía no sólo a educadores, madres, padres, niños y niñas, sino que pretendía sensibilizar a toda la población sobre la importancia del juego en el desarrollo de la infancia y el impacto negativo de la publicidad sexista. "Jugar no tiene género", señalaba.

Según un estudio sobre estereotipos y roles de género en la publicidad de juguetes elaborado por el Instituto de las Mujeres en 2020, casi el 40% de estos anuncios muestra a las niñas arquetipos relacionados con la belleza y los cuidados, mientras que el 50% de los dirigidos a niños se relaciona con profesiones como piloto, policía o militar.

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