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Miles de personas piden el fin de las becerradas

Amparo Rodríguez Frías

Foto de La Plataforma Tortura No Es Cultura durante la becerrada en San Sebastián de los Reyes.

Con una acción en la red social Twitter miles de personas han pedido al gobierno el fin de las becerradas. Más de 13 tweets con el hashtag #BecerradasNuncaMás, que llegaron al número tres en tendencias, elevaron al gobierno una petición unánime: que acabe lo que aseguran es “anacrónico e inadmisible en una sociedad avanzada”.

La acción se ha realizado en una semana en la que se suceden dos becerradas. El pasado fin de semana en Córdoba y el próximo domingo en Estepona.

Becerros, toros de entre uno y dos años de edad

Para estos activistas, si la tauromaquia ya es una actividad cruel, las becerradas significan una vuelta más de tuerca. Dos razones avalan esta máxima según afirman desde Marea Antitaurina en nota de prensa. En primer lugar, porque se lidian animales de menos de dos años “para los que el sufrimiento físico y psíquico de las corridas de toros se ve incrementada por su mayor fragilidad, reducida capacidad de reacción y su desesperada necesidad de sentirse protegidos por su madre y su manada”.

Y en segundo lugar, porque en las becerradas suelen ser personas inexpertas quienes cogen el capote y la espada, ya sean estudiantes de las escuelas taurinas, aficionados o público en general. La falta de práctica y pericia hace que se “claven los instrumentos de tortura en lugares indebidos y, a menudo, los extraen y vuelven a clavar una y otra vez tras intentos infructuosos, causando un tormento sin igual a estos pequeños animales” señalan desde Marea Antitaurina.

Prácticas del pasado

“Las becerradas son la máxima expresión de crueldad de la tauromaquia” señala Carmen Almonacid, de Gladiadores por la Paz. “Si la tortura a toros es inconcebible en pleno siglo XXI, imaginaros que esa misma tortura se aplique a sus crías de uno y dos años, que son sometidos a las más atroces torturas por gente no profesional que les ocasionan muchísimo más sufrimiento. Un cuerpo tan pequeño y débil atravesado por banderillas y espadas…Pues esto sigue ocurriendo en esta España medieval” afirma Almonacid.

Para Marta Esteban, presidenta de la plataforma La Tortura No es Cultura “cualquier forma de tauromaquia debe acabar, por ser una forma de violencia gratuita hacia los animales, pero en el caso de las becerradas hablamos de tortura de pequeños animales a manos de jóvenes”. “¿Es esa la cultura que queremos?” pregunta Marta Esteban. “Exhortamos al gobierno a que prohíba las becerradas inmediatamente, porque no hay progreso si hay tortura y no hay derechos de los animales con tauromaquia” añade.

AVATMA documenta el sufrimiento de los becerros, se utilizan los mismos instrumentos punzantes que para un toro adulto

La asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia, AVATMA, realizó un detallado informe (que puede ser consultado en su página web) en el que especifica “signos claros y evidentes de un gran sufrimiento psíquico y físico en los becerros lidiados”.

AVATMA destaca que se somete a estos becerros a los mismos elementos causantes del estrés, dolor y lesiones orgánicas que a los toros adultos, a excepción de la puya. Se les clavan al menos dos pares de banderillas con las medidas reglamentarias, también la espada es del tamaño reglamentario para toro adulto y así mismo son rematados con la puntilla. “Pero con el agravante de que, debido a su corta edad, la fuerza y capacidad de reacción de estos bovinos son bastante menores, y su grado de estrés y angustia mucho más acentuados” concluye el informe.

Mugidos de dolor y pánico

“Los mugidos de dolor y pánico de estos pequeños animales durante la lidia, intentando atraer la ayuda de los suyos, desgarran el corazón de cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad” aseguran desde Marea Antitaurina.

Tweets con imágenes impactantes, vídeos o dibujos.

 

 

Se recibieron apoyos desde Hispanoamérica

 

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