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El volcán de La Palma para su actividad pero el riesgo continúa en el mar

volcán Cumbrevieja

La incertidumbre aumenta entre los expertos después de una serie de parones en la actividad del volcán Cumbre Vieja. Este lunes, sobre las 10 de la mañana, cesó la actividad volcánica dejando una tranquilidad aparente que podría no ser definitiva: no expulsa lava, ni gases ni ceniza… tras una noche en la que aumentó la preocupación entre la población por el flujo de lava más líquida de la habitual, que fue acompañada de ceniza oscura o un humo gris más claro.

Aunque los testigos aseguran que ha remitido, incluso, el rugido intenso que se ha sentido en la isla a lo largo de una semana, los científicos piden precaución pues habría dos posibilidades encima de la mesa: el magma se ha encontrado con un tapón en su camino y no tardará en salir, o la reserva magmática se está acabando.


Mientras tanto, la colada de lava que arrasó el centro de la localidad de Todoque ya está a tan solo 800 metros del mar, aunque va más lenta de lo normal. Ante la posibilidad de que la colada de lava acabe llegando al mar y provoque la emanación de gases tóxicos, las autoridades ya han iniciado el confinamiento de varios núcleos de la zona costera de Tazacorte como son: La Condesa, San Borondón, Marina Alta y Marina Baja.

Ante la preocupación por parte de la población, los científicos han querido aclarar que este tipo de parones (de lava y cenizas) son un fenómeno muy habitual en este tipo de erupciones, tipo estromboliana. Eso sí, toca esperar antes de dar por finalizada la erupción y ser precavidos. Itahiza Domínguez, miembro del IGN, asegura que si no es un parón temporal está erupción volcánica estaría rompiendo una tradición en los volcanes de la isla que se inició hace 600 años.

Involcan, Instituto Volcanológico de Canarias, ha confirmado que el tremor provocado por la erupción volcánica “casi ha desaparecido”, además de la casi desaparición total de la columna de ceniza que estaba saliendo del cono principal, ubicado en la zona de Cabeza de Vaca, en el volcán de Cumbre Vieja, desde hace casi una semana.

Eduardo Suárez, sismólogo y miembro del IGN, ha pedido cautela ante la evolución del volcán: “Es excesivamente arriesgado e irresponsable afirmar o negar que la actividad haya cesado. Estos procesos son muy complejos y hay que seguir monitorizando la actividad de manera permanente”.

Este mismo domingo varios científicos aseguraban que el volcán había cambiado de fase y estaría entrando en una fase de deflación. Los parones que se han vivido este lunes confirmarían esta teoría.

Mientras tanto, está todo preparado ante la llegada de la lava al mar. El único obstáculo que se podría encontrar la corriente de lava en su camino es la montaña de Todoque, con una altura de 320 metros. Un equipo de científicos del instituto oceanográfico esperan la llegada de la lava, en el buque Ramón Margalef, y ya han realizado una batimetría para conocer cómo es la superficie del terreno que se encuentra cubierto por el agua, el fondo marino, el lugar hasta donde podría llegar la lava, para poder estudiar si modifica y afecta a este ecosistema.

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