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Rocío Carrasco paraliza España y reabre el juicio contra Antonio David y su hija

Enrique Erre

Rocío Carrasco bate record de audiencia relacionando a Antonio David con la violencia de género

Cinco millones y medio de personas vieron los dos primeros capítulos (0 y 1) de Rocío: Contar la verdad para seguir viva. El relato de Rocío Carrasco después de 25 años de silencio mantuvo pegado a todo el país enfrente del televisor. Su historia provoco un sinnúmero de reacciones logrando ser tendencia mundial y trascendiendo más allá de nuestras fronteras. A su vez, políticos de diferente signo ideológico mostraban su apoyo a una mujer maltratada, según sus propias palabras, lideradas por la ministra de Igualdad Irene Montero.

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Las audiencias no engañan y todo el mundo preveía que esta docuserie de la vida de Rocío Carrasco narrada desde su propia voz iba a arrasar. Y así ha sido, los dos capítulos y el debate lograron una audiencia media del 35,3% de share y más de 5 millones de espectadores.

Para observar una cifra similar nos tenemos que ir a 2017 con OT: El reencuentro. La reunión de los triunfitos de la primera edición congregó en sus tres capítulos y el concierto una cifra similar a la que ha hecho la hija de La más Grande. La cosa no queda ahí porque a este primer programa se unirán más y debido al éxito se plantean alargar como sea la trama, al menos hasta final de temporada (junio/julio). 

Dado que el primer plato fue fuerte, la productora ya ha anunciado que se esperan cosas aún más potentes por lo que no es de extrañar que el domingo que viene se produzca un "sorpasso".

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Y saltó la liebre. Un tema de la prensa del corazón saltó al ámbito político cuando mujeres de diferentes partidos decidieron hacer suya su historia y externar su apoyo a Rocío Carrasco: Irene Montero, Adriana Lastra, Isabel Díaz Ayuso, Rocio Monasterio o Iñigo Errejón fueron solo algunos que calificaron su historia como "violencia de género".

En el lado periodístico fueron muchos los profesionales que pidieron perdón o apoyaron su testimonio: Cristina Fallarás, Isabel Rábago, Aurelio Manzano, Saúl Órtiz, Ángela Portero o Alba Carrillo así como su amiga Terelu Campos quien volvió a Twitter para dar soporte a su "segunda hermana".

Tanta presión política y social en redes sociales con un poso de disculpa hacia la afectada por haberla calificado como "mala madre" y un sentimiento de solidaridad hacia lo que de todas todas consideraban una mujer violentada por su ex y su hija han logrado su cometido: Antonio David desaparece de todos los programas aunque no haya sentencia judicial. Su hija, también.

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Esa presión de las redes ha ido más alla de la simple solidaridad que uno pueda tener por una mujer que ha reconocido un intento de suicidio, una enfermedad mental y la tristeza de no poder ver a sus hijos. La entrada en barrena de otros ámbitos como la política, la cultura y el deporte ha hecho que eso vaya a mucho más.

Y es que diversas asociaciones feministas exigen a Fiscalía que se revise este asunto y se tengan en cuenta toda la verdad que ha contado Rocío Carrasco y que le llevó a quitarse la vida. Antonio David no solo se ha quedado sin trabajo sino que podría ir a la cárcel. Por tanto, está en manos de su hija Rocío Flores (que ya cumplió su condena de 6 meses y orden de alejamiento de su madre por pegarle una brutal paliza) pedir la compasión de su madre para que el asunto no llegue a más. En Mediaset no los quieren ni ver a padre y a hija y es posible que eso también afecte a Olga Moreno, quien es posible que le rescindan el contrato de Supervivientes.

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