Ayuso: “Quiero deciros una cosa: adelanto las elecciones en Madrid”

La política nacional vivió este miércoles un terremoto sin precedentes. Es cierto que la moción de censura presentada por Ciudadanos y el PSOE a Fernando López Miras en la Región de Murcia aventuraba cambios, pero nada hacía esperar que, tan solo dos horas después, el centro de España implosionara. Los cimientos de la Puerta del Sol se tambalearon ante la decisión de su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, de adelantar las elecciones al 4 de mayo unilateralmente, a pesar de las peticiones del que fuera su número dos, Ignacio Aguado, de pensar en los madrileños y de anteponer el bienestar de la comunidad a los intereses partidistas. "Si no tomo esta decisión, Ciudadanos y PSOE habrían presentado una moción de censura, como han hecho en Murcia, y habrían causado el desastre. Podrían haber derrocado nuestro Gobierno", se justificó la presidenta ante los madrileños. ¿Pero es cierto?

La mañana comenzó con tranquilidad, aunque con algo diferente. La presidenta no suele llegar antes de las 09.45 horas, 15 minutos antes de comenzar el Consejo de Gobierno. Este miércoles, Ayuso llegó poco después de las 09.00 horas y estuvo en su despacho con llamadas cruzadas. Una de ellas fue del presidente del PP, Pablo Casado, advirtiéndole de lo que iba a ocurrir en la Región de Murcia y dándole el visto bueno para adelantar las elecciones en la Comunidad de Madrid si así lo viera necesario. Según varios consejeros, el orden del día era como otro cualquiera y esa misma tarde estaba programada una reunión muy importante con Vox de cara a los Presupuestos de la Comunidad de Madrid. 

Los consejeros fueron llegando en sus coches oficiales por orden y, minutos antes de la reunión, se formaron los corrillos habituales. Titulares del PP y Ciudadanos conversaban tranquilos, como si fuera a ser un miércoles más en el que tener un encuentro gubernamental rápido y sin decisiones de calado. La moción de Murcia y los actos en memoria de los atentados terroristas del 11 de marzo sobrevolaban las conversaciones. La reunión semanal del gobierno de la Comunidad de Madrid se desarrolló con normalidad. Todo hasta que la presidenta madrileña, en el último punto del orden del día, el de ruegos y preguntas, les anunció lo siguiente: "Quiero deciros una cosa. A este gobierno le hace falta estabilidad y voy a convocar elecciones". Silencio absoluto los primeros segundos. Algunos consejeros intentaron disuadir a Ayuso de su decisión unilateral apuntando a los logros conseguidos en coalición. Sin embargo, apenas hubo espacio para esos comentarios. El Consejo de Gobierno, el último de la coalición, había terminado. 

La rueda de prensa del portavoz y hasta el momento vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, se desconvocó. "Nos han vetado", denunciaba Ciudadanos. Poco después, el líder madrileño de Ciudadnaos criticó la "decisión más temeraria de la presidenta en año y medio de legislatura, faltando al acuerdo de gobierno". A las 15.54 horas, Ayuso cesaba a todos los miembros de Ciudadanos del gobierno y el ejecutivo autonómico pasaba a estar formado solo por el PP. Ya por la noche, se anunciaba el reparto de las consejerías naranjas entre los miembros populares. La guerra estaba planteada: o elecciones el 4 de mayo o mociones de censura. Los tribunales decidirán.