El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mandó este miércoles una carta con dos remitentes diferentes, Quim Torra e Iñigo Urkullu, para pedirles que acudan a la XXI Conferencia de Presidentes que se celebrará el próximo 31 de julio en La Rioja. En la misiva, el líder socialista asegura que es "muy importante" que acudan al encuentro porque se tratarán temas trascendentes de cara al inicio del nuevo curso escolar o para valorar la situación actual de los rebrotes.
En la carta, Sánchez muestra la voluntad del Gobierno de actuar "de forma sensible ante las peticiones fundamentadas de las administraciones de las comunidades autónomas" y remarca el esfuerzo que está liderando el Ejecutivo "por arbitrar los distintos intereses para alcanzar un sistema que permita garantizar la solidaridad entre territorios, la igualdad de la ciudadanía, la justa distribución de los recursos públicos y la capacidad de las comunidades autónomas para desempeñar todos los servicios de su competencia". El presidente del Gobierno emplaza a los dos líderes autonómicos a "dialogar, compartir posturas y seguir posibilitando el espíritu de unidad y compromiso".
En el caso de la carta al lehendakari, Sánchez muestra su intención de reunir próximamente, en un "firme compromiso", la Comisión Mixta entre Gobierno y el ejecutivo vasco. Esta es una petición que lleva exigiendo el gobierno vasco para poder tratar la situación actual de la comunidad autónoma.
El Ejecutivo y las autonomías valorarán la situación epidemiológica del coronavirus en España y también el reparto de los 140 millones de euros del Fondo Europeo de Reconstrucción que le corresponde al país. La presencia de todos los presidentes autonómicos, excepto el del País Vasco y Cataluña, está garantizada. Será la primera reunión tras las elecciones gallegas y vascas, en las que se vislumbraron pocos visos de cambio: el gallego Alberto Núñez Feijóo afronta su cuarta legislatura con mayoría absoluta y todo apunta a que el PNV reeditará el pacto de gobierno con el PSE de Idoia Mendia.
Cambio de paradigma en estos encuentros
La voluntad del Gobierno es mantener estas reuniones entre el Estado y las autonomías con una periodicidad de un mes. Cada 30 días, si la situación es normal, el presidente del Gobierno convocará a todos los líderes autonómicos en una ciudad del país para aboordar diferentes cuestiones de interés público. De esta manera, el Gobierno escuchará en primera persona las necesidades de cada territorio y podrá consensuar la mejor forma de abordar cada situación. Es, por lo tanto, un nuevo área de diálogo en la política española.