Alma de Jazz
Consiste en un proyecto musical de Cristina Díaz, cantante, compositora y bailarina, el cual destaca por interpretar y componer Jazz únicamente en español.
Este proyecto nació en el año 2015 cuando Cristina Díaz psicóloga de profesión, comenzó a llevar a cabo diferentes versiones en español de las canciones de Jazz más conocidas, pero respetando el significado de las letras originales en inglés.
Gira por España y el mundo
A partir de este instante realiza diversos conciertos a lo largo y ancho de Madrid, también le llevó a visitar ciudades de la geografía española como Oviedo, Bilbao y Zamora.
Lanzamiento de su álbum
Dos años más tarde de sus inicios, mientras crecía su sueño girando por diferentes escenarios. En 2017, publica su primer disco que lleva por título "Luna Azul", con composiciones propias, también en español. Un álbum que en su presentación en la sala Clamores de Madrid causó una gran sensación entre los asistentes. Sin duda, una motivación que provocó su puesta a la venta en las distintas plataformas digitales.
Un trabajo discográfico con el que ha participado en diferentes festivales y ciclos de Jazz en capital española y en un gran número de ciudades españolas. A finales de 2019 ha representado a España en el festival World Music Parshow celebrado en Moscú (Rusia).
Alma de Jazz ofrece en sus conciertos un repertorio único y exclusivo de Jazz en español amenizándolo con coreografías de claqué en algunos de sus temas, haciendo del Jazz un espectáculo para el deleite de los cinco sentidos.
Alma de Jazz es una forma diferente y original de escuchar Jazz que consigue llegar a cualquier tipo de público desde los más pequeños de la casa a los más mayores haciéndoles disfrutar de los clásicos del Jazz como nunca antes se habían escuchado en español. Sin embargo, siempre sorprende en cada actuación, porque puede desempeñar su actuación con las notas de un piano, con el toque de un cuarteto e incluso respaldada con una gran orquesta. Sin duda, un crecimiento que demuestra que la música no hace falta verla para disfrutarla, sino sentirla y dejarse llevar por las melodías y la dulce voz que se encuentra encima de los escenarios.