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La política es muy voluble y tiene un carácter camaleónico. En cuestión de horas, por actos concretos, la situación puede cambiar y el voto puede favorecer a uno u otro partido, y eso podría haber pasado, o no, con el último barómetro que realizó el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) antes de la crisis sanitaria del coronavirus. Según este estudio, el PSOE ganaría las elecciones generales con un 31,9%, muy por delante de su principal competidor: el PP, que se mantendría a una distancia de 12 puntos y reuniría el 19,6% del escrutinio. Vox mantendría la tercera posición política con un 14,8% y se pondría por delante de Unidas Podemos, que acuñaría un 12,9%. Ciudadanos se recuperaría algo pero no levantaría el vuelo, ssituándose con un 7,2% de los votos.
Entre los partidos minoritarios, ERC volvería a ser el partido más beneficiado y aglutinaría el 2,4% de los votos. JxCAT quedaría por detrás a cierta distancia, con un 1,2%. El PNV tendría un 1,5%, por delante de EH-Bildu (1,2%), CUP (0,5%), Más País (1,2%), BNG (0,6%), CC-NC (0,4%), Pacma (1,2%), TE (0,1%) y el PRC (0,1%).
Escenario similar con los mismos protagonistas, excepto Arrimadas
Este último barómetro sociológico no desliza grandes cambios en la política nacional. La lucha de bloques izquierda-derecha estaría igualada, con cierta ventaja del centro-izquierda. El PSOE, Unidas Podemos y Más País tendrían un 46% del Hemiciclo frente al 41,6% del centro-derecha (PP, Vox y Ciudadanos).
Habría que ver cómo estas cifras se trasladan a escaños, pero todo apunta a que Pedro Sánchez podría seguir siendo presidente del Gobierno con una oposición crispada por el acecho de Vox al electorado tradicional del PP.